El presidente de Perú, Ollanta Humala, concluyó hoy su primer viaje oficial a China en Shanghái, la capital económica del país, donde presidió un foro de atracción de inversiones ante más de un centenar de empresas del delta del Yangtsé, la zona más industrializada del gigante asiático.
“Para Perú, desde el año 2011 China se ha convertido en su primer socio comercial, y esto ha permitido que en pocos años hayamos duplicado la cartera de inversiones” chinas en el país andino, que ha triplicado su PIB en la última década, recordó hoy Humala.
“Sin embargo, hoy en día este crecimiento económico nos demanda una serie de servicios, infraestructuras y obras en general, y por eso estamos trabajando, desde el Gobierno, haciendo inversión pública y generando condiciones para que haya inversión privada”, como la que Perú espera ver aumentar desde China, añadió.
Con ese objetivo, Humala no hizo su primer viaje oficial a Asia acompañado de una delegación de empresarios peruanos, sino que se concentró en la atracción de inversiones, en compañía de sus ministros de Energía y Minas, Jorge Merino; Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes; y Agricultura, Milton von Hesse.
El principal logro conseguido por la delegación peruana, tras su paso por el foro económico de Boao (en la provincia insular de Hainan, sur), Pekín y Shanghái, es que ambos gobiernos firmaron un “acuerdo estratégico integral”, destacó a Efe hoy, en representación del Gobierno, Jorge Merino.
“Esto abre una colaboración mucho más amplia con una potencia como China, que además ya se convierte en uno de los principales socios de inversión en Perú, precisamente, en minería y energía”, destacó.
“Sólo en minería hay ya 13.000 millones de dólares de inversión (china) en distintos proyectos, y hay nuevos proyectos por desarrollar y nuevas áreas por explorar”, en las que la participación china es bienvenida, destacó.
Más allá del emblemático yacimiento cuprífero de Toromocho, en el departamento central de Juníne -que controla la Corporación del Aluminio de China (Chinalco) a través de la firma peruana Minera Chinalco Perú, completamente en manos de la entidad estatal china- “vendrán otros”, aseguró Merino.
“En estos momentos China tiene el 23 por ciento del portafolio de proyectos (mineros en Perú), y esperamos que puedan subir a más, en la medida en que, con una visión de desarrollo sinérgico, la minería pueda traer también proyectos de energía, de infraestructuras, de colectividad (transporte público) y ferrocarriles”, indicó.
De ahí que Perú presente esta semana en China proyectos de infraestructuras abiertos a la inversión extranjera por valor de 20.000 millones de dólares, con un énfasis especial, por parte de Humala, en el desarrollo de centrales hidroeléctricas, ya que Perú tiene un potencial estimado de unos 70.000 megavatios, dijo Merino.
El objetivo final del Gobierno es la “inclusión social”, combatir la pobreza creando empleo, recordó también, preguntado por Efe, el director ejecutivo de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada del Perú (ProInversión), Javier Illescas.
“Nuestros proyectos, finalmente, en la medida en que hacen posible mover carga, pasajeros, con más energía, con más infraestructuras de transporte, etcétera, van absorbiendo gente que esté en el margen (de la sociedad) hacia la economía de mercado y hacia el mejoramiento de los ingresos en general”, señaló.
“Hoy por hoy lo que tenemos es inversión china en minería y petróleo sobre todo”, explicó, y se espera atraer también hacia sectores como el saneamiento de aguas, la energía y el transporte, con la apertura de concesiones no sólo para la construcción, sino también para la gestión y el mantenimiento de infraestructuras.
En ese sentido, aunque las concesiones son habitualmente para entre 30 y 35 años, Illescas aclaró que Perú no tiene ningún recelo de que carreteras, puertos y aeropuertos de su país acaben en pocos años en manos chinas.
Humala concluyó su viaje oficial reuniéndose con el recientemente nombrado nuevo alcalde de Shanghái, Yang Xiong, y continuará mañana su gira asiática hacia Corea del Sur y Japón. EFE