Así lo señala el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, al declinar la invitación que el CNE le extendiera para participar como “acompañamiento” de un proceso -que recalca-, no puede avalar por convicción democrática.
El ex presidente Pastrana tiene razón. Los venezolanos nos jugamos el próximo domingo si queremos vivir empantanados en la violencia y la corrupción en la que llevamos inmersos 14 años, o si comenzamos a construir una senda de paz y progreso.
También es cierto que quienes queremos democracia, justicia y seguridad debemos lidiar con un organismo electoral parcializado hacia el candidato del gobierno. Para nadie es un secreto en Venezuela, que en la directiva de la institución, 4 de los 5 rectores son militantes del PSUV.
Es más que conocido el uso y abuso de los más de 500 medios de comunicación (televisoras, emisoras de radio, prensa escrita de alcance nacional y regional todos ellos) en favor del candidato gubernamental.
Es público y comunicacional la utilización de los recursos del Estado para la campaña oficialista y lo más triste, ver a los enchufados de las Fuerzas Armadas haciendo política vestidos de militar, recibiendo “asesoría cubana” para burlar el sentimiento nacional.
Todo eso es verdad y como ciudadana de este país, quiero agradecerle infinitamente al ex presidente Pastrana su respuesta clara a una institución que sólo presenta opacidad en su gestión. Eso si señor Pastrana, siga al pendiente de nuestro acontecer, porque también es verdad que este pueblo hambriento de justicia y libertad, no se arrodilla. 14 años con sus días y noches interminables y ahí sigue… en pie de lucha, a pesar de la adversidad, la amenaza y el miedo.
Amigo lector y elector, las condiciones no son equitativas, el CNE, la Fuerza Armada Nacional, la CANTV y todo el Estado en su conjunto, no es neutral … eso lo sabemos. Pero también conocemos del coraje del venezolano, de las ganas de cambiar esta realidad de inseguridad, escasez, inflación y división por la tranquilidad, el desarrollo, oportunidades y el reencuentro. Nuestra arma… el voto. Si lo ejercemos, lo contamos, lo defendemos con valor y arrojo democrático… comenzaremos a escribir otra historia.
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