“Vine a buscar harina y no hay; el papel, tiene uno que llevar el que haya porque no se consigue lo que se busca; las toallas sanitarias igual. Hay escasez total. Fui a comprar el champú, pero no hay del que yo uso; jabón tampoco conseguí, y arroz hay, pero el de dieciséis bolívares”. lanacion.com.ve
Era Nadelys Hernández, quien salía de un conocido supermercado de la ciudad e indicó que “ya no se consigue nada en ningún lado y ya es casi normal. Esta situación no puede seguir”.
Inés Gámez, residente del 23 de Enero-parte baja, también iba desilusionada: no conseguí harina ni arroz del regulado, tampoco aceite; son artículos de primera necesidad. Mi mamá vende empanadas y no conseguimos la harina en ningún lado, a veces no la conseguimos y a veces la tenemos que comprar hasta en trece bolívares, pagar más del doble de lo que cuesta”.
Y como ellas, la población en general ha manifestado quejas por la escasez de algunos productos. Cuentan que tienen que comprar cierta cantidad de productos para poder acceder a los que escasean, cuando los encuentran, de manera que si necesitan cuatro, van a varios supermercados, donde en algunos venden hasta dos kilos de harina, por ejemplo.
Según se observa en los anaqueles, están llenos de productos, pero “frenteados”, es decir, que están en la orilla y detrás del mismo estante está vacío. La mayoría están llenos de otros productos donde normalmente van, por lo generar los productos regulados, que son los que más escasean.
En un recorrido que se hizo el martes por diferentes supermercados, no se vio harina, tampoco arroz, el aceite estaba “frenteado” y según comentaron algunos miembros del personal en los mismos, había todavía porque cerraron la frontera y los vecinos que vienen a adquirir los productos posiblemente no habían podido pasar. Tampoco se vio la crema dental, el jabón de tocador; en algunos establecimientos tampoco había mantequilla, ni productos de charcutería, incluyendo queso, menos leche, atún en lata grande.
De qué está pasando, en las diferentes empresas indican que son múltiples las causas, entre ellas, por ejemplo, para el caso de los productos importados como la harina de maíz y de trigo, y los empaques plásticos de los productos que se elaboran en el país, principalmente -todos son de la cesta básica- los de carácter cosmético, los cuales son comprados con dólares.
También indican que es demasiada la demanda y que al Táchira mandan una cuota que le asignan, de manera que dan como ejemplo que mientras en Caracas encuentran de todo, en esta región andina no se consigue nada.
“Dicen que el Táchira tiene una cuota por la población que tiene y al cumplirse ya no aprueban más guías, y se cumple, pero quién sabe por qué caminos, automáticamente se consume la cuota y nos quedamos sin mercancía” -expresó un ejecutivo de ventas-.
En general, consideran que “aquí hay de todo, contrabando, corrupción, escasez, presión por los sindicatos en las grandes industrias del país, presión de las compañías, y lo importante es que el Gobierno llegue a acuerdos con los empresarios para producir más, sin ninguna presión, aunque en esa escala no sé una razón, si realmente es el Gobierno o son los mismos empresarios que le hacen presión; de cualquier manera, es ahí donde luchamos por conseguir la mercancía, en los alrededores de Los Pequeños Comerciantes, por ejemplo, se consiguen pero por encima del precio, y nosotros no podemos vender más de lo que está establecido”.
Coinciden en que los problemas están en los diecinueve productos alimenticios, de higiene personal y mantenimiento del hogar, regulados, los cuales son: jugos de frutas pasteurizados, compotas, agua mineral, enjuague, jabón de baño en barra y líquido, champú, crema dental, desodorante, pañales para bebé, toallas sanitarias, papel higiénico y máquinas de afeitar, entre otros.
En los establecimientos manifestaron preocupación y advirtieron que, con la situación como está, los grandes supermercados se verán reducidos considerablemente, por cuanto “este negocio, por ejemplo, se debe a las ventas, pero si no tiene qué vender y el gasto es el mismo, no puede mover el personal y tiene que seguir manteniendo la nómina, así no tenga mercancía”.
Recuerdan que anteriormente las empresas volvían “locos” a los responsables de los grandes supermercados para que les compraran jabón, crema dental y otros productos, pero ahora solamente les venden cuando tienen suficiente producción, y poca mercancía, porque “lo poco que fabrican lo tienen que repartir en todo el país”.
También indicaron que la variedad es algo que también está desapareciendo, por cuanto critican que los productos estén regulados y a la final, con cualquier aditivo que tengan tendrá el mismo valor. De hecho, señalaron que hay catálogos que prácticamente han desaparecido de su cartera, líneas de productos, porque no son rentables. Colocaron como ejemplo Protinal, que iba a desaparecer pero les dieron dólares.