En medio del bullicio de los buhoneros del casco central de Maracaibo, entre las ventas de alimentos y ropa, zapatos y hasta comida para llevar, se ofrece la colocación de los “brackets de lujo” a toda persona que, incluso sin necesitar ortodoncia, desee lucir una sonrisa decorada con ligas de colores.
Por Bs. 300, estos trabajadores informales, conocidos como ‘buhortodoncistas’, prometen “un buen servicio”. Algunos llegan a utilizar productos proporcionados directamente por odontólogos o casas dentales, según aseguran al cliente.
En ciertos locales del casco central, bajo condiciones inadecuadas, pueden verse algunos de los materiales de “brackets de lujo”, como las ligas, pegamento o instrumentos odontológicos.
Sobre esta modalidad, el ortodoncista Nasif Shuhaibar afirma que un 10% de los pacientes que ha recibido ha llegado a sufrir de mala praxis de ortodoncia. Refiere que entre las secuelas de colocarse brackets con una persona que no sea especialista está el riesgo de desarrollar caries, enfermedades en las encías y el hueso que soporta el diente, problemas en la articulación temporomandibular, reabsorción ósea y radicular, movilidad dental, mala oclusión, cambios faciales, hepatitis, herpes o incluso VIH, puesto que es común que “no esterilicen los instrumentos”.
La presencia de “buhortodoncistas’ no es desconocida por la contralora de Sanidad del estado Zulia, Edilia Millán, quien detalló a PANORAMA que “en lugares del centro de Maracaibo hay personas que están siendo partícipes de estas prácticas indebidas, ya que no cumplen con la mínima exigencia de sanidad ni poseen conocimientos en odontología u ortodoncia, lo que trae graves consecuencias a las personas”.
Ante esta situación, Millán anunció que la Contraloría Sanitaria Regional comenzará “arduas inspecciones para controlar, cerrar y sancionar a estas personas que atentan contra la salud pública”.
A la moda podría atribuirse esta nueva práctica indebida, porque según aseguró la odontóloga especialista en ortopedia maxilar y miembro del Colegio de Odontólogos de Venezuela (COV), Juniet Pulgar, “las personas se colocan ortodoncia solo por formar parte de una tendencia y no por necesidad”.
Entre estos casos se encuentra el de una joven que prefirió no identificarse.
“Me puse los ‘brackets de lujo’ hace un mes por pura pantallería. Pagué 300 bolívares y cada cambio de ligas me lo cobran a 180 bolívares. Los tres primeros días me dolía, pero ya no y me veo bonita”, expresó.
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