El hecho de poder recurrir al material genético es esencial para adaptar y mejorar la agricultura frente a amenazas como las enfermedades o el calentamiento del clima, que pueden alterar las condiciones de crecimiento, dijo hoy en Roma el director general adjunto de la FAO, Dan Gustafson.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que en el siglo pasado, alrededor del 75 por ciento de la diversidad genética de los cultivos se perdió cuando los agricultores en todo el mundo se pasaron a variedades genéticamente uniformes de alto rendimiento y abandonaron muchas variedades locales.
Por ello, sostiene que conservar y aprovechar al máximo la riqueza del patrimonio genético de los animales y las plantas del planeta será crucial para la supervivencia de la humanidad.
Durante un encuentro con la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura, que se encuentra reunida en Roma con motivo de su trigésimo aniversario, Gustafson subrayó la urgencia de salvaguardar los genes clave para hacer frente al cambio climático.
En una nota emitida hoy por la FAO, Gustafson destacó que la adaptación del sector agrícola “no es solo una opción, sino un imperativo para la supervivencia humana”, por lo que los recursos genéticos serán una parte “esencial” de cualquier estrategia de adaptación.
“Estamos constantemente ampliando los abultados inventarios de animales terrestres y acuáticos, plantas, árboles, invertebrados como los insectos polinizadores e incluso organismos microscópicos -y sus genes- y algunos tienen la clave para la adaptación al cambio climático”, explicó la secretaria de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura, Linda Collette.
Para la FAO, “garantizar la seguridad alimentaria” es uno de los “mayores retos” a los que se enfrenta la humanidad en el contexto del cambio climático, ya que se calcula que su impacto reduzca la productividad, estabilidad e ingresos agrícolas en muchas zonas que ya experimentan elevados niveles de inseguridad alimentaria.
“La producción agrícola mundial deberá aumentar un 60 por ciento a mediados de este siglo -faltan menos de 40 años para ello- para poder cubrir las necesidades alimentarias de la creciente población mundial “, subrayó Gustafson, quien recordó que solo se cultivan 7.000 especies vegetales de las 30.000 especies comestibles en el mundo. EFE