A las 9:20 de la mañana de este martes se escuchó la detonación de unos seis disparos, en la vereda dos del sector dos de La Carucieña. Algunos vecinos pensaron que se trataba de artefactos explosivos, pero eran los tiros que dejaron sin vida a Alexander Eder Núñez Carta, de 25 años, quien se presume intentó correr para escapar de su destino final, sin embargo, no logró su cometido y finalmente murió. Así lo reseñó el diario El Impulso.
Carlos Iván Suárez
“Él llegó corriendo, intentó abrir la puerta de su casa pero como no había nadie estaba cerrada. Se fue a la casa de al lado y se metió, aunque el intento fue en vano, igualmente le dispararon por la espalda y cayó enrollado”, explicó una de las personas que lo auxiliaron.
“Mataron a mi tío” era lo que decía uno de los sobrinos que lo trasladó hasta el ambulatorio, según comentaron algunos vecinos quienes, al escuchar las detonaciones, salieron de sus casas para enterarse de lo que había sucedido. “Ahí llegó con vida, a los minutos salieron y nos dijeron que se había muerto. Ese centro asistencial no sirve ni tienen cómo atender emergencias”, dijo una de sus hermanas quien prefirió resguardar la identidad.
En el lugar, los familiares devastados por el dolor de perder a uno de los suyos, se abrazaban y lloraban. Una dama allí presente gritaba de la tristeza: “¡No, Dios mío!”, renegando de lo sucedido.
Hasta ahora se desconoce si lo iban persiguiendo o lo intentaron robar, aunque no le llevaron nada. Entre los presentes se dejó colar, de manera extraoficial, que cuando cumplió la mayoría de edad, estuvo preso por robo pero no había vuelto a caer en ese tipo de tentaciones.
En la actualidad se desempeñaba como carpintero y tenía el taller en su propia casa, anteriormente trabajó como chofer de rapiditos. Era el antepenúltimo de seis hermanos, y deja dos hijas de tres y seis años, quienes viven con su madre, pues la pareja de progenitores estaban separados.
“No tenía problemas con nadie, era un muchacho sano. Esto se ha convertido en un pueblo sin ley, aquí hasta entran a las casas a matar a las personas y nadie hace nada. No hay patrullaje de la policía ni de la Guardia Nacional, mucho menos de los políticos que ni se preocupan por asfaltar las calles”, manifestaba una amiga de la familia quien confesó estar llena de ira y cansada de tanta inseguridad.
Esta ciudadana también recordó que hace siete meses, un sujeto la atracó y le quitó el bolso, le dijo que si ponía resistencia asesinaría a su hijo de siete años. “Tuve que pagar mil bolívares de rescate porque yo soy peluquera y ahí cargaba todos mis implementos para trabajar. La mayoría de los delincuentes de la zona son adolescentes, por eso no me extraña que el autor material sea un muchacho joven que vieron corriendo hace rato por aquí cerca”.