No es un ministerio, “es un jugo de patilla con caraotas”. Es “nada”. Un “montón de muertos que revivir” heredó Pedro Calzadilla de Marlene Yadira Córdova. Ella fue la ministra de Educación Universitaria hasta el domingo a las 9.30 de la noche. Su gestión fue de tres años, tres meses y ocho días. Ahora la sucede un cultor, historiador y profesor universitario.
Los problemas de los universitarios parecieran tocar fondo y solución tras el nombramiento de uno más de la comunidad universitaria. Por ser profesor de la Universidad Central de Venezuela el compromiso es reto. Le aguardan pendientes que en teoría debe enumerar mejor que su cédula de identidad: discusión de contratación colectiva, aumento salarial de 100 por ciento, la realización de un proceso electoral de autoridades rectorales vencido y mejoramiento de los servicios estudiantiles.
Una paralización intergremial nacional de 72 horas inicia hoy, en el segundo día de gestión de Pedro Calzadilla. Ya hubo una de 24 y otra de 48 hace dos semanas. La medida es para exigir, precisamente, el cumplimiento de los compromisos contractuales a los que el nuevo ministro debe dar respuestas.
Los gremios esperan poco. Esperaron mucho de Córdova “y los decepcionó”. Dos millones 340 mil estudiantes universitarios sufren las consecuencias indirectas, porque las directas tienen dueños: 40 mil docentes, 45 mil empleados y 30 mil obreros de 18 instituciones de educación superior. La inflación les roe el bolsillo.
No es nuevo
La revolución socialista tocó a la universidad el 8 de enero de 2002, cuando se creó la cartera ministerial. Desde entonces se han invertido mil 183 millones de bolívares. Solo en 2011 el Ejecutivo central invirtió 23 mil millones, un incremento de más de mil 800 %, según cifras oficiales, pero los gremios dibujan una realidad diferente, una realidad que toma forma desde la gestión de Héctor Navarro.
De Navarro para acá se acumularon deudas y beneficios pendientes que agudizaron el conflicto universitario nacional, explicó Álvaro Soto, vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia (Apuz). Pasó Luis Acuña, Edgardo Ramírez y Marlene Yadira Córdova y los cambios fueron “imperceptibles”.
Asuntos como la asignación de presupuestos reconducidos, el vencimiento de la normativa laboral, un sistema de salud en cuidados intensivos, bajos salarios y los servicios estudiantiles a punto de desmoronarse pasaron por estos cuatro pares de manos. Los puntos finales no terminan de escribirse.
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