La obsesión es un estado en el que los seres humanos caemos recurrentemente cuando no podemos controlar algo, cuando se escapa de nuestras manos porque lo único que debemos hacer es esperar y ser pacientes.
De lo anterior podemos deducir fácilmente que absolutamente todo en nuestra vida viene manejado por variables exógenas que no dependen de nosotros, entonces cabe la pregunta, ¿Todos somos obsesivos? La respuesta es sí, la obsesión es algo que está en el ser humano, porque tenemos la costumbre de creer que las cosas no salen si no tengo poder sobre ellas.
Si bien es cierto que todos somos obsesivos la diferencia radica en el manejo de nuestras emociones y nuestros pensamientos.
Preocuparse por algo que nos atañe es normal, pero cuando esa preocupación ocupa el mayor porcentaje de tiempo en nuestros pensamientos, estamos presentes ante la obsesión, y hay que estar alerta ya que si no tomamos las debidas correcciones se puede volver crónico e insufrible, ya que como hemos dicho, todo lo que está en este plano depende de variables exógenas que no controlamos, lo que sí controlamos y en lo que sí podemos ejercer absoluto poder es en nuestros pensamientos, cómo asumimos las cosas y la manera de enfrentar la vida.
Para darnos cuenta si somos obsesivos o no, te daré unas cuantas señales para que estés alerta en el momento en el que ocurran y así puedas llamarte a capítulo, centrarte y permitir que la energía del universo fluya sin tu interponerte y la dejes hacer su trabajo en esa situación que te perturba o preocupa.
- Si te cuesta dormir y en tus pensamientos recurrentemente viene esa persona, esa situación que te preocupa, y al levantarte en la mañana ocupa tu primer pensamiento, estás presente ante la obsesión.
- Si cuando hablas con tus amigos no los escuchas y terminas hablando del problema o situación en cuestión, estás siendo obsesivo(a).
- Cuando pides consejos sobre esa situación a diferentes personas, y además se lo comentas no solo a personas de confianza, sino a tus compañeros de trabajo, al conserje, al vecino, etc… Estás siendo altamente obsesivo(a).
¿Qué es la obsesión? Simplemente miedo, miedo a que las cosas no salgan como tú quieres, a que la persona que amas no te ame como tú quieres, a que el ascenso que crees merecer no se te dé cuando tu quieres, etc… La obsesión es miedo y ¿cómo podemos combatirla? Muy sencillo, todo lo que deseamos cambiar para bien empieza por nosotros, por nuestra voluntad. Los pensamientos podemos controlarlos, solo que es como cuando empezamos una disciplina nueva, constancia y práctica.
En el momento que sientas que estás siendo obsesivo respira, imagina un lugar de confort, tu espacio en el mundo en el que te sientes seguro y tranquilo, relájate, siente como en cada inhalación entra la calma y cada exhalación expulsas todo esos pensamientos obsesivos, toda esa preocupación, todo ese miedo, una vez que logres tranquilizar tus pulsaciones, ese es el momento en que tus pensamientos empiezan a calmarse, libera eso que te preocupa y di con fe y perfecta convicción : “Aquiétate y sabe Yo Soy Dios”, esto es un mantra que en los ejercicios de meditación y relajación hacemos para lograr la conexión del yo interno con tu yo del subconsciente, hazlo una y otra vez, hasta que sientas que te invade una tranquilidad mental que te envuelve.
Esto repítelo cada vez que sientas que reincides con pensamientos de situaciones que se escapan de tus manos, haciéndolo como un ejercicio diario, veras como sin darte cuenta dejas que todo fluya y la energía que empiezas a emanar de ti se convierte en paz para ti y para los que te rodean.
“Una obsesión te puede llevar al borde de la locura y guiarte directamente a la perdición.”
Con información de Inspirulina/ Ariamne Riera