Son infinitas las muestras de cariño, respeto, agradecimiento, además del pesar y dolor que sienten los artistas venezolanos por el fallecimiento del productor de televisión Joaquín Riviera. Así lo reseña el diario Panorama.
Luis del Villar
Muchas son las figuras del espectáculo nacional que hicieron acto de presencia por la capilla Imperial de la funeraria Vallés para llorar a quien fuera vicepresidente de variedades del canal Venevisión.
Otros famosos residenciados en el extranjero, como Franco de Vita, Olga Tañón, Carlos Baute o el periodista Ismael Cala (CNN) hicieron uso de las redes sociales para expresar sus mensajes de condolencias.
Joaquín Riviera, quien falleció por un paro respiratorio, la medianoche del domingo será sepultado la tarde de hoy en el Cementerio del Este, en Caracas, cerca de la tumba donde reposa el cuerpo de su madre.
Hasta ayer por la tarde se esperaba a unos de sus familiares procedentes de España, mientras que su hermana no quiso declarar a los medios ni el resto de sus allegados permitieron la entrada de las cámaras de TV hasta la sala velatoria donde se cumplió una guardia de honor rotativa.
Una de las artistas más afectadas con la noticia ha sido la animadora Viviana Gibelli quien llegó a la funeraria y no pudo contener un llanto desgarrador sobre el ataúd de su jefe y amigo.
“Me duele en el alma la pérdida de Joaquín. Tuvimos tanto años de relación profesional y, además lo quise como un papá y maestro. Si nos peleábamos no pasaban tantos días en contentar y Manuel Fraiz Grijalba (vicepresidente de dramáticos) era una especie de intermediario entre nosotros”.
En el largo pasillo hacia la capilla llamó la atención la amplia custodia por parte del personal de seguridad del canal de la colina. Además de dos hermosas coronas de flores, una de las cuales fue enviada por María Antonieta Cámpolli (Miss Venezuela 1972) y la otra por la animadora Chiquinquirá Delgado.
El zuliano Gilberto Correa, quien fuera uno de los animadores predilectos de Riviera, expuso. “La historia de la televisión se escribirá antes y luego de Joaquín. Que triste despedirlo, pero su sello y el legado que deja es imborrable”.