La estrella mexicana se vio envuelta el mes pasado en una de las polémicas más turbulentas de su trayectoria profesional, cuando salió a la luz que su antiguo asistente, Felipe Betancur, le había demandado no sólo por incumplir los términos de su salario, sino también por haber recibido de la artista una sucesión de patadas y puñetazos al no haber cumplido con una de las exigencias de la artista. Así lo reseña Univisión.
El trabajador de origen colombiano, que aspira a iniciar su propia carrera artística, ha decidido aclarar por sí mismo algunos detalles del oscuro episodio vivido con la cantante y, para empezar, asegura que los más de 6.000 dólares que recientemente le abonó la diva no constituyen ningún tipo de compensación por las lesiones, sino parte de la cantidad que Paulina le debe como recompensa por su trabajo.
“No puedo hablar demasiado del incidente porque mis abogados me tienen completamente al margen. Pero la demanda sí tiene que ver con golpes, agresiones y un trato denigrante. Todo lo que ocurrió se generó a raíz de una silla en un vuelo, pero luego su entorno trató de desacreditarme diciendo que era un borracho incompetente. Todavía no ha salido ningún fallo, hay una demanda en curso por el daño que me ocasionó al golpearme, pero no se ha llegado a ninguna sentencia ni a indemnización alguna. Lo que sí me pagó fue la cifra exacta de un saldo de honorarios que tenía pendiente conmigo”, reveló Betancur a la revista Elenco.
El asiento al que hace referencia el exempleado no formaba parte de las filas de primera clase en las que la artista quería situarse durante un vuelo reciente, y ese fallo por parte de Betancur fue el detonante de la explosión de ira que habría experimentado la controvertida intérprete, según la versión del asistente.
A pesar de haber sido presunta víctima del temperamental carácter de una mediática celebridad, el joven colombiano no hace un balance excesivamente negativo de su período laboral junto a Paulina, ya que confiesa haber aprendido a desarrollar “una paciencia infinita” y a afrontar con más experiencia el trato a “una estrella del pop”.
“La verdad es que mi período como asistente está lleno de muchas enseñanzas, tanto positivas como negativas. Crecí como ser humano, aprendí a ser más humilde y adquirí una paciencia infinita. También hice muchas conexiones que podrían ayudarme en mi carrera, así que no puedo decir que fuera una experiencia tan negativa. También me llevé sorpresas, no conocía el tipo de comportamiento que podía desplegar una estrella de tal magnitud”, explicó con un aire de optimismo.