Últimas esperanzas para hallar sobrevivientes bajo los escombros en Bangladesh

Últimas esperanzas para hallar sobrevivientes bajo los escombros en Bangladesh

Los equipos de rescate intentaban el sábado rescatar a nuevos sobrevivientes bajo los escombros del edificio de talleres de textiles derrumbado el miércoles en Bangladesh, que según un último balance dejó al menos 332 muertos.

(foto AFP)

El desplome del inmueble, construido ilegalmente en Savar, en los suburbios de la capital Dacca, y que albergaba cinco talleres que trabajaban esencialmente para marcas occidentales, dejó esas 332 víctimas mortales además de 1.200 heridos, según ese balance aún provisional. Desde el miércoles, 2.412 personas han podido ser rescatadas de los escombros.

La policía anunció el sábado la detención de dos propietarios de talleres ubicados en el inmueble de ocho pisos.





“Hemos detenido a Bazlus Samad, presidente de los talleres New Wave Buttons y New Wave Style, y a Mahmudur Rahaman Tapash, director general de uno de estos talleres”, declaró el sábado por la mañana a la AFP el jefe adjunto de la policía de Dacca, Shyaml Mukherjee”.

“Se ha abierto contra estas dos personas un procedimiento por homicidio por negligencia”, afirmó. El primer ministro del país había asegurado que los trabajadores fueron forzados a retornar al trabajo pese a las fisuras aparecidas la víspera en el edificio.

La policía sigue sin embargo buscando al propietario del inmueble.

La mayoría de las 4.500 fábricas de textil de Bangladesh seguían cerradas debido a manifestaciones de encolerizados obreros. Los empresarios del sector decretaron feriada la jornada del sábado y los sindicatos lanzaron un llamado a la huelga para el domingo para exigir mejores condiciones de trabajo.

El viernes por la noche, los equipos de rescate encontraron unas 50 personas vivas bajo los escombros del edificio.

El descubrimiento de más supervivientes da nuevas esperanzas a los miles de familiares desesperados que se congregaron en el lugar del accidente, pero el intenso olor a descomposición sugiere que numerosos cuerpos permanecen atrapados bajo los escombros.

Esta catástrofe reactivó la polémica sobre las condiciones laborales en la industria textil de Bangladesh, un país muy pobre del sur de Asia que abastece a importantes marcas de ropa occidentales.

A raíz de la catástrofe, activistas por los derechos laborales acusaron a las marcas occidentales de ropa de anteponer su beneficio a la seguridad para abastecerse de productos en Bangladesh, a pesar de su terrible historial de catástrofes mortales.

En noviembre de 2012, un incendio en un taller textil cerca de Dacca se cobró la vida de 111 empleados, en su mayoría mujeres, lo que ya provocó una polémica sobre las condiciones de trabajo y de seguridad de los obreros de esta industria.

Hace unos 30 años Bangladesh se lanzó a la confección para la exportación y logró hacer del sector una punta de lanza de su economía.

Años de crecimiento a dos cifras, gracias a las 4.500 plantas textiles, ayudaron a este país desfavorecido de Asia del Sur con 153 millones de habitantes a reducir su pobreza endémica a un ritmo más rápido que su vecino, el gigante indio.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó el viernes un llamado a las autoridades de Bangladesh para que creen “lugares de trabajo seguros.”

“La OIT llama al gobierno, a los empleadores y a los sindicatos a incrementar los esfuerzos para proporcionar lugares de trabajo seguros a los trabajadores de Bangladesh” declaró en Ginebra un portavoz. AFP