La nómina de CVG Bauxilum, alrededor de tres mil trabajadores, está a un día de cumplir un mes de trabajo sin cobrar salario. El retraso en pagar la primera quincena de abril se extiende al último día del mes y por respuesta la empresa ha enviado comunicaciones internas pidiendo paciencia y conciencia por el menguado balance financiero de la procesadora de bauxita. correodelcaroni.com / César Noriega Ramos
Los miembros del comité ejecutivo del Sindicato de Trabajadores de la Alúmina del estado Bolívar (Sutralúmina-Bolívar), Luis Calderón y Richard Potella convocaron a una asamblea de trabajadores en el portón principal de la empresa a partir de las 7:00 de la mañana.
“Vamos a estar en el portón principal hasta que la empresa nos dé una respuesta sobre el pago de la primera y segunda quincena de abril”, dijo Calderón.
Los voceros sindicales comentaron que desde hace un año se ha hecho necesario protestar para que la empresa pague las quincenas. Sin embargo, constataron que nunca ha habido un retraso tan largo como el de este mes.
Deterioro imparable
“Nos piden paciencia, conciencia pero con eso no hago mercado. Somos tres mil trabajadores de planta, de Los Pijiguaos, padres de familia, jubilados que tenemos la quincena como el único sustento, porque todo lo demás lo hemos perdido”, expresó Calderon.
CVG Bauxilum depende de asignaciones extraordinarias del Gobierno nacional para cumplir con el pago de su nómina, refirió. Los retardos en el pago de la quincena es el síntoma más reciente de la progresiva pérdida de obligaciones laborales y desmejora de las condiciones de trabajo.
Calderon agregó a las causas del descontento laboral los problemas de las pólizas de salud, dotación de materiales de seguridad, insumos para los procesos industriales y falta de transporte. “Hay trabajadores de las rutas más lejanas, de Ciudad Bolívar, Upata que tienen un mes y medio sin venir a la planta por la falta de transporte”.
A juicio de Calderon y Potella la directiva de Sutralumina-Bolívar, cuyo secretario general es Joel Alcántara, y el presidente de Bauxilim, José China, desoyen el descontento de los empleados sobre este cúmulo de pasivos.
“Le pedimos al ministro Ricardo Menéndez que intervenga Bauxilum. Ni el sindicato, ni la empresa le rinden cuenta a los trabajadores de qué es lo que hacen con los recursos que aprueba el Ejecutivo”, dijo Calderon.
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