La visita del presidente Nicolás Maduro y todo su gabinete no generó seguridad a los zulianos. Entre las 6.00 de la mañana del viernes y las 12.00 de la medianoche del domingo se registraron 32 homicidios en la región. Se trata del fin de semana más sangriento en lo que va de año.
La Policía científica poco habla de los casos. Maracaibo y San Francisco son los municipios más violentos. El resto de los asesinatos se produjo en Mara, Colón, Catatumbo, Lagunillas y Valmore Rodríguez. El balance está basado en el registro del diario La Verdad.
La ciudad se militarizó desde el viernes. Los ciudadanos notaron la presencia policial y militar en la Circunvalación 2, La Limpia, Delicias, casco central, Sabaneta, Circunvalación 1 y los municipios Guajira y Mara.
Pese a ello, el viernes hubo un asesinato en la parroquia Ildefonso Vázquez y dos, por enfrentamiento policial, en el municipio Lagunillas. El sábado se registraron 12 muertes con tres heridos.
En la parroquia San Isidro inició la cuenta sangrienta con el quíntuple homicidio de un padre y sus cuatro hijos en el barrio El Curarire. A pocos kilómetros de la escena del crimen había una alcabala móvil. Además de ese, hubo otros cuatro casos en Maracaibo, uno en Mara y uno en el municipio Catatumbo.
El domingo terminó con 16 decesos. Seis de ellos ocurrieron en el municipio San Francisco y tres, ocurridos en Maracaibo, a solo metros de la jurisdicción vecina. En la cárcel de Sabaneta hubo dos asesinatos a solo horas de la inauguración de una panadería, que presentó ante las cámaras a Iris Varela, ministra de Servicios Penitenciarios, como una prueba de los esfuerzos del Gobierno por reinsertar a los presos a la sociedad. La cuenta terminó con un asesinato en el municipio Colón, registrado a las 12.00 de la medianoche del domingo.
El grueso de los casos ocurrió entre sábado y domingo, cuando el presidente Nicolás Maduro salió del país. Cuando llegó, el domingo por la noche, la cifra descendió de nuevo.
En El Curarire aún lloran al padre que murió junto a sus cinco hijos. Sus familiares dijeron que se aferrarán a la ley guajira -basada en la venganza diente por diente-, pese a que colaborarán con las autoridades policiales. “Pero no confiamos en eso. En este país matan gente y luego no pasa nada”.
Juan de la Cruz Pereira, jefe de la delegación Zulia de la Policía científica, no da detalles de los casos. Desde que llegó a la delegación, en enero pasado, se prohibieron las minutas policiales a la prensa local. Solo ofrece balances positivos.
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