La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó hoy que 2012 fue el noveno año más cálido desde 1850 y adelantó que la tendencia al calentamiento del planeta continuará.
EFE
“Aunque el ritmo del calentamiento cambia de un año a otro debido a la variabilidad natural causada por fenómenos como el ciclo de El Niño o las erupciones volcánicas, el calentamiento sostenido de la atmósfera inferior es un indicio preocupante”, afirmó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
Añadió que “la continua tendencia al alza de la concentración atmosférica de los gases de efecto invernadero confirma que el calentamiento va a continuar”.
La organización científica corroboró así las estimaciones que divulgó el pasado noviembre, que ya predecían la fuerte tendencia al calentamiento y situaban 2012 como uno de los más calurosos.
Con medio grado más que la media histórica de 14 grados centígrados, el año 2012 se sitúa entre los diez años más cálidos desde que se tienen registros hace más de 150 años.
El año pasado se produjeron muchos fenómenos extremos, tales como sequías y ciclones tropicales.
En Norteamérica hubo varias olas de calor, en Europa se rompieron numerosos récords de altas temperaturas y Rusia vivió el segundo verano más caluroso de su historia, mientras que los termómetros también marcaron récords elevados en Marruecos durante la temporada estival.
Las sequías también fueron más intensas de lo normal, afectando al 65 por ciento del territorio de Estados Unidos, mientras que el norte de Brasil conoció la peor sequía del último medio siglo.
El fenómeno opuesto, las inundaciones, golpeó a varios países africanos, y ciertas regiones del sur de China vieron caer las lluvias más abundantes de los últimos 32 años.
En cuanto a nevadas y frío extremo, el oriente de Rusia llegó a experimentar temperaturas de entre 45 y 50 grados bajo cero al final de enero, varias regiones de Europa del este conocieron mínimas de 30 grados bajo cero y en el norte de Europa se llegó en ciertos lugares a 40 bajo cero.
A este respecto Jarraud explicó que “la variabilidad natural del clima siempre ha provocado fenómenos extremos, pero las características físicas de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos tienen su origen cada vez más en el cambio climático”.