Desde el año pasado el Gobierno ha emprendido algunos estímulos para la adquisición de inmuebles al modificar las condiciones de los créditos hipotecarios, como la reducción de la tasa de interés y la redistribución de los porcentajes de la cartera. Sin embargo, como se trata de préstamos con tasas de interés fijas y muy bajas, los recursos de la banca se agotan con velocidad en los primeros meses del año.
“Estos son los créditos que generalmente solicita la clase media, ya que sus ingresos les permiten cancelar cuotas más altas y obtener montos superiores a 350.000 bolívares que se otorgan vía política habitacional”, dijo una fuente del sector bancario.
Explicó que después del primer trimestre del año es normal que los bancos, públicos y privados, les indiquen a los solicitantes que los créditos se agotaron y que los únicos disponibles son los financiados por el Fondo de Ahorro Obligatorio para Vivienda.
“Para esta fecha la cartera está sobrexcedida, ya el banco dio todo lo que tenía que dar. Hay un sobrecumplimiento”, agregó la fuente. En principio, el crédito dependerá de la capacidad de endeudamiento de cada persona. Por ejemplo, individuos o parejas con sueldos superiores a 10.000 bolívares pueden optar por un máximo de financiamiento de 530.000 bolívares, aproximadamente. De igual manera, sueldos mensuales de 20.000 bolívares permiten obtener financiamiento hasta por 700.000 bolívares.
La ley establece que las cuotas no pueden exceder 35% de los ingresos del solicitante. También señala que los créditos pueden cubrir hasta 100% del costo de la vivienda, sin embargo, en ocasiones la capacidad de endeudamiento de la persona no lo permite por lo que es necesario completar el monto con una cuota inicial.
Cuestión de costos. Recientemente, el Gobierno decidió ampliar el tope de los créditos hipotecarios del fondo de ahorro obligatorio de 300.000 a 350.000 bolívares. “Existe un problema de costos porque viviendas a ese precio para la clase media no existen”, señaló Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela.
Dijo que el costo límite aplicado a los constructores privados es de 500.000 bolívares, cantidad que no puede ser financiada en su totalidad por los compradores a través de los créditos del FAOV.
“Hay una incongruencia con los precios, tienes el juego trancado”, expresó. Para acceder a este monto, los ingresos del solicitante deben ser mayores a 10.000 bolívares.
El problema es que son escasas las viviendas que pueden conseguirse a ese precio, en el mercado primario y en el secundario. Una búsqueda a través del portal TuInmueble.com mostró que en la capital sólo 7 apartamentos cuestan menos de 500.000 bolívares y la mayoría de ellos están en La Vega.
“El acceso a esos bienes, independientemente de que el crédito hipotecario esté disponible, es difícil porque el monto del préstamo no alcanza para cubrir la totalidad del inmueble”, señaló el economista César Aristimuño. “Algunos apartamentos en Guarenas ya superan el millón de bolívares. La persona debe tener unos ingresos muy altos para poder honrar las cuotas del crédito”, añadió.
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