La reina Isabel II de Inglaterra, de 87 años, reducirá sus viajes y este año no estará en una importante reunión en Sri Lanka, donde la representará el príncipe Carlos, en lo que será un gran paso del heredero al asumir una función de Estado.
El Palacio de Buckingham informó hoy de que la Reina no viajará en noviembre a la reunión de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) que se celebrará en Sri Lanka, a la que asistirán los jefes de Gobierno de los 54 países que la integran.
Esta es la primera ausencia de la soberana británica de una reunión bianual de la Commonwealth -que ella preside- desde 1973 ya que, con excepción de la primera en 1971, asistió a todas.
Según un portavoz del palacio de Buckingham, debido a la edad de la Reina, se revisa “la cantidad de viajes de larga distancia” que puede hacer, por lo que será el príncipe de Gales, de 64 años, quien la sustituya en Sri Lanka del 15 al 17 de noviembre.
El encuentro de Sri Lanka ha sido criticado por organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional (AI), que han pedido su suspensión a fin de investigar los supuestos abusos de los derechos humanos durante la guerra civil (1983-2009).
Al margen de esta polémica, esta es también la primera vez que el palacio de Buckingham admite las dificultades de Isabel II para cumplir con sus compromisos, si bien parece gozar de buena salud.
El pasado marzo, Isabel II sufrió una gastroenteritis que obligó a su hospitalización, pero el mes pasado se la vio en forma durante el funeral por la exprimera ministra británica Margaret Thatcher en la catedral de San Pablo, en Londres.
La Reina, que lleva 61 años en el trono, preside las reuniones de la Commonwealth (formada por excolonias británicas), en las que los jefes de Gobierno abordan asuntos de interés común.
Para los expertos en la familia real, este anuncio es sorprendente y significativo pues pone de manifiesto las dificultades que tendrá la soberana para hacer su trabajo a medida que pasa el tiempo, ya que la abdicación está totalmente descartada.
Después de la conmoción por la abdicación del rey Eduardo VIII en 1936, la entonces princesa Isabel, que era heredera al trono, se comprometió a trabajar por el país toda su vida.
Sin embargo, será un paso importante para el príncipe de Gales, que deberá asumir cada vez más compromisos de Estado cuando las circunstancias se lo impidan a su madre.
Para el experto en la monarquía de la cadena BBC Peter Hunt, es un paso “simbólico” para el heredero al trono.
“Se trata de una transición, que el país esté preparado para tener un jefe de Estado anciano que hará cada vez menos. No hay intención de una abdicación”, dijo Hunt, quien cree que el Reino Unido verá a la Reina “cada vez menos” y a Carlos “cada vez más”.
La última vez que Isabel II asistió a una reunión de la Commonwealth fue en 2011 en Australia, donde el primer ministro británico, David Cameron, anunció la decisión de modificar la legislación sobre sucesión a la corona, que da prioridad al varón.
Con este cambio, el primer hijo de los duques de Cambridge, que nacerá en julio, será tercero en línea de sucesión, después del príncipe Carlos y su padre, el príncipe Guillermo, sea niño o niña.
El año pasado, el Reino Unido celebró por todo lo alto los sesenta años del reinado de Isabel II, que sucedió a su padre, el rey Jorge VI, fallecido en febrero de 1952. EFE