Desde el primer boletín oficial surgieron dudas razonables dentro y fuera del país: “Más de 4 millones de votos no cuadraron a la hora de contar papeleta por papeleta” escribe Joseph Poliszuk (EU 21-04-13). “Matemáticos denuncian que resultados dados por el CNE presentan inconsistencias lógicas y numéricas”. En el primer boletín existían más votos que votantes; en el segundo, la cantidad de sufragios aumentó en 102.560 votos, aunque solo se incorporaron entre ambos boletines 42.470 electores” (EU 09-05-13). La prensa mundial se ha hecho eco del aparente fraude en Venezuela, en vista de la negativa del CNE a realizar una auditoría para determinar el resultado real. Las sospechas se acrecientan por el golpe dado al Parlamento y llegan de EEUU, la Unión Europea, la OEA y ahora al Cono Sur: “Parlamentarios del Mercosur piden suspender a Venezuela (EN 10-05-13) y exhortan a hacer cumplir la cláusula democrática del Protocolo de Ushuaia”. Diputados de Argentina, Uruguay y Paraguay solicitaron una reunión urgente y los de Brasil preparan una resolución similar. Además Perú está solicitando otra cumbre de Unasur para dar respuesta al caso venezolano, en vista de que Maduro y el CNE incumplieron la promesa de aprobar la auditoría exhaustiva solicitada por Capriles.
¿Por qué Maduro y el CNE violan la palabra dada a los países de Unasur de“implementar una auditoría del total de las mesas electorales”? La respuesta está en hechos como el que reseña InterAmerican Trends: Para los centros electorales con 1 o 2 mesas, la identidad de los electores no es verificada por el SAI. La auditoría ciudadana del 54% de las mesas de votación excluye de facto a los centros electorales que tienen 1 o 2 mesas. El análisis de los resultados del 14-A indica que es en estas mesas donde Maduro le saca la mayor ventaja a Capriles (y hasta a Chávez) De 1 sola mesa hubo 784 centros y de 2 mesas 519: en ellos se concentra un estimado de 627.208 electores o votos, sin verificación de identidad y sin auditoría ciudadana. Son centros “comodín” que determinan el resultado de la elección, escamoteando la voluntad del elector, al estar solo bajo el control del CNE rojo y fuera del control ciudadano y de los partidos políticos de la oposición. Por eso reculó Maduro cuando Lucena debió decirle que revisar todas las cajas y los cuadernos, abriría la caja de los truenos. La gira de nuestros parlamentarios y la decisión del CNE de rechazar la solicitud del candidato Capriles, acrecienta las dudas.
Con una inflación desatada del 4,3% en abril y una acumulada en alimentos de 16,2% en 4 meses, Maduro emprende un costoso viaje al Cono Sur intentando reeditar los tiempos de “Don Regalón” (ahora con protestas incluidas): invita a Argentina a desarrollar la agricultura venezolana (después de haberla destruido) e igual oferta hace a Brasil. En Uruguay firmó la adquisición de transformadores eléctricos, aunque Jesse había prometido comprar equipos a la industria nacional.
La alarma sobre la crisis de la democracia venezolana expresada por la ilegitimidad de Maduro, la violencia fascista contra diputados opositores, el encarcelamiento y persecución de disidentes y las amenazas y despidos de funcionarios públicos por razones políticas se ha extendido en la región y ya no hay petrodólares suficientes para silenciarla.