Sidoristas exigen un presidente autónomo

Sidoristas exigen un presidente autónomo

Foto Correo del Caroní

En el portón III de Sidor los trabajadores entran sin retrasos a su turno. No hay cornetas, ni consignas, ni dirigentes sindicales dando acalorados discursos.

Desde que fue designado el general Justo Noguera Pietri como nuevo presidente de Sidor, la algarabía ha bajado de tono en la tribuna sidorista. Las corrientes sindicales se han reservado los comentarios y pospuesto las fanfarrias para otro momento.

En las bases, seis días después del nombramiento, los sidoristas no tienen mayores expectativas. En una empresa que ha tenido cinco presidentes en un lustro, las nuevas designaciones se han vuelto parte de la rutina siderúrgica.





Quizá por eso, en el tono de los trabajadores se deja colar algo de resignación. “Bueno, esperemos que venga con ánimos de trabajar”, dice un hombre que pasa de largo, sin ánimos de responder más preguntas.

Pero pese a las amenazas de “limpieza política” de unas semanas, los siderúrgicos siguen conservando la irreverencia que los hizo en la década de los años 80 el movimiento sindical de vanguardia. No se guardan las críticas y tutean al presidente con rango militar que desde febrero preside una inspección de fiscalización en la acería.

La preocupación sobre la inoperancia de la fábrica sigue ocupando entre los trabajadores un gran espacio. No hay insumos, ni repuestos, escasean los implementos de seguridad y, sobre todo, perciben una crisis institucional.

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