Sir Richard Branson, el empresario británico dueño de la multinacional Virgin, que también quiere ser el primer turista espacial de su proyecto Virgin Galactic, hizo la que probablemente sea su más excéntrica aparición ante la prensa.
Branson se vistió, peinó y maquilló como azafata para atender pasajeros en un vuelo entre Australia y Malasia. La aparición de Branson trasvestido como coqueta tripulante fue el pago de una apuesta que había hecho con el dueño de la aerolínea que es rival de la suya en la región.
El magnate había apostado que su equipo de Fórmula Uno, el Virgin Racing, obtendría mejor clasificación en el campeonato de carreras que el Lotus Racing, perteneciente a Tony Fernandes, el también es dueño de Air Asia.
Fotos cortesía de 24horas
Con información de 24horas