Las chilenas se están sintiendo más libres de vivir su sensualidad y erotismo. Más que un destape puntual, parece un proceso que llegó para quedarse, que está cambiando los hábitos y la forma en que ellas enfrentan los nuevos desafíos. Así lo reseña el portal chileno 24 horas.
Aparte de ganar terreno en lo laboral, las mujeres nacionales parecen despojarse de culpas y se aventuran a escarbar más en su sexualidad.
Es el caso de Elizabeth Guzmán, supervisora de crédito hipotecario. La rutina le impone horarios y obligaciones, pero dos veces a la semana se da una licencia.
“A las seis un cuarto está todo cerrado y listo. Entonces, yo salgo corriendo para irme derecho al Passapoga y empezar a olvidarme de todo esto formal”, confiesa.
En el emblemático cabaré santiaguino, ella y sus amigas tienen clases de Pole Dance. “Este es mi lado b”, afirma. “Estoy más segura”, agrega.
Vea la noticia completa en 24 Horas.