El exdictador argentino Jorge Rafel Videla falleció de un paro cardíaco derivado de las lesiones y fracturas que sufrió cinco días antes de su muerte tras caerse mientras se duchaba, según el informe preliminar de la autopsia, confirmado hoy por fuentes judiciales a la agencia oficial Télam.
El informe señala que el domingo 12 de mayo, Videla habría tenido “una caída mientras se duchaba en uno de los baños del Penal de Marcos Paz que le habría producido fracturas en el pubis y en una de sus costillas”.
El documento añade que el exdictador tomaba medicamentos anticoagulantes, lo que, con las fracturas provocadas por la caída, le produjo una hemorragia interna que derivó en un paro cardíaco.
Las mismas fuentes aseguraron a Télam que, a pesar de los resultados preliminares, el magistrado que instruye el caso, Juan Pablo Salas, espera todavía los de otros estudios complementarios, entre ellos uno toxicológico, que estarían listos en 20 días.
Se espera que el juez Salas se reúna hoy con familiares de Videla para notificarles los resultados completos de la autopsia y será entonces cuando se les podrá entregar los restos del exdictador para que sean inhumados.
Fuentes judiciales precisaron que los familiares “pueden llegar a solicitar la realización de nuevos exámenes complementarios u otros peritajes de los cuales podrían participar peritos de parte” y, en tal caso, la inhumación del cadáver de Videla podría retrasarse.
El hermetismo de la familia de Jorge Rafael Videla, fallecido el pasado viernes a los 87 años en la cárcel donde cumplía cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, ha alimentado distintas versiones sobre cuál será el destino final de sus restos.
Algunos medios locales afirman que será sepultado en el municipio bonaerense de Pilar (a 60 kilómetros de Buenos Aires), y otros que será enterrado en Mercedes (a 100 kilómetros de la capital), su ciudad natal.
A las reacciones que provocó la muerte del exdictador argentino se sumó hoy la de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien, en una carta publicada en la página web de la asociación, señaló que la noticia le “paralizó”.
“Sentí una gran angustia, un gran dolor que me atravesaba por todos lados. No podía pensar en otra cosa. No estaba contenta porque había muerto. Pensé en todas las Madres, en tanto dolor, en todas las familias destruidas”, indicó Bonafini.
Videla, procesado en varias causas por delitos de lesa humanidad, se había negado el martes pasado a declarar en un juicio por delitos cometidos en el marco del denominado “Plan Cóndor”, de coordinación de las dictaduras del Cono Sur americano, en el que era uno de los principales imputados.
Precisamente mañana, martes, el tribunal federal de Buenos Aires que juzga esa causa comenzará a escuchar las declaraciones de testigos radicados en Uruguay a través de videoconferencia. EFE