El Nuevo Herald: Los hilos de la inteligencia venezolana en las manos de La Habana

El Nuevo Herald: Los hilos de la inteligencia venezolana en las manos de La Habana

FOTO AVN

El general venezolano había trabajado minuciosamente en la elaboración del plan de seguridad a ser implementado durante la cumbre presidencial de la CELAC realizada en Caracas en diciembre del 2011. Para ello había esbozado diferentes anillos de protección que involucraban la participación de cientos de militares y policías que debían resguardar a los presidentes, jefes de Estado y ministros de los 33 países miembros, así lo publicó El Nuevo Herald

ANTONIO MARIA DELGADO
[email protected]

Pero cuando fueron a entregar el plan en la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (DGCIM), el representante cubano conocido como “Coronel Alcides” tenía otra cosa en mente.





“‘No, eso no va’. Fue todo lo que dijo antes de desmontar todo el plan”, dijo un oficial venezolano que habló bajo condición de anonimato. “Y cuando nos dimos cuenta, los tres primeros anillos de seguridad eran cubanos”.

Y es que Alcides junto a otro puñado de agentes cubanos de alto rango, son quienes dictan la pauta en materia de seguridad en el país petrolero, impartiendo órdenes a oficiales venezolanos como si fuesen sus superiores y controlando todas las palancas y botones de la represión.

Según los testimonios de oficiales venezolanos, agentes castristas hace ya algún tiempo que dejaron de ser simples asesores para jugar hoy un papel preponderante en el resguardo de la Revolución Bolivariana, encargándose de tareas que van desde el diseño de doctrinas y esquemas operacionales hasta la gestación de estrategias para espiar y desarticular a los adversarios.

Es una sumisión institucional en la práctica, que ha colocado al régimen de Cuba en control de muchas de las operaciones de represión ejecutadas actualmente en el país , dijeron los militares y agentes de inteligencia venezolanos que conversaron con El Nuevo Herald bajo condición de anonimato.

Lea la nota completa en El Nuevo Herald