Las grandes potencias instaron este miércoles al presidente sirio, Bashar al Asad, a que se comprometa por la paz, pero advirtieron que si fracasa en la negociación de una transición política apoyarán a la oposición en su lucha por la libertad.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, lanzó una severa advertencia antes del comienzo de una reunión de los “Amigos de Siria”, un grupo de países que apoyan a la oposición, para preparar una conferencia de paz internacional que pretende poner fin a una guerra que ya dejó más de 94.000 muertos.
Estados Unidos y Rusia, que apoyaron cada uno a un bando diferente del conflicto sirio que ya entró en su tercer año, desean sentar en la mesa de negociaciones a las dos partes durante la conferencia del próximo mes, aunque la fecha y el lugar todavía no están claros.
Esta próxima conferencia se basará en la declaración de Ginebra firmada por las grandes potencias en junio del año pasado y que prevé el final de la violencia y un gobierno de transición, aunque no hace referencia a la suerte de Asad, principal punto de discordia entre rusos y estadounidenses.
“Pedimos al presidente Asad que se comprometa a buscar la paz en su país”, dijo Kerry en conferencia de prensa junto a su homólogo jordano, Nasser Judeh, antes del inicio de la reunión.
Pero advirtió que “en el caso de que no encontremos un camino a seguir, en el caso de que el régimen de Asad no esté dispuesto a negociar… de buena fe, también hablaremos sobre nuestro apoyo continuado y creciente a la oposición para que puedan seguir siendo capaces de luchar por la libertad de su país”.
Los ministros de Relaciones Exteriores de 11 países se reunieron durante más de dos horas a puerta cerrada en un hotel de Ammán, antes de encontrarse con el presidente interino de la Coalición Nacional Siria, George Sabra, y otros dos líderes rebeldes.
En otra muestra de la creciente impaciencia que suscita la negativa de Asad a abandonar el poder, el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, dijeron que buscarían el apoyo europeo para su propuesta de armar a la oposición siria.
“Estamos preparados para levantar el embargo de armas para que la oposición pueda presentarse como la voz legítima del pueblo sirio”, dijo Cameron a los periodistas en París.
Cameron explicó que la situación en Siria era bastante confusa. “A veces oímos hablar de los éxitos de la oposición, a veces oímos hablar de los éxitos del régimen … Lo que necesitamos es una solución política”.
Kerry dijo que las conversaciones de Ammán se producen en un momento “crucial” en medio de un “preocupante aumento de la violencia por parte del régimen de Asad.”
En la capital de Jordania se reúnen los ministros de Exteriores de Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Catar, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Turquía y Alemania.
El ministro catarí de Relaciones Exteriores, Hassem bin Jassem al-Thani, lanzó una diatriba contra Asad al que acusó de “continuar matando a su pueblo con ayuda exterior y usando armas prohibidas”.
La reunión coincide con la ofensiva de tropas del régimen de Bashar Al Asad, masivamente apoyadas por el Hezbolá libanés, en la ciudad de Quseir, en el oeste del país, hasta ahora feudo de los insurgentes.
La batalla por este estratégico enclave, que enlaza Damasco con la costa mediterránea, se está extendiendo al vecino Líbano, donde en los últimos tres días murieron 11 personas y 100 resultaron heridas en combates entre partidarios y opositores al régimen sirio, según una fuente de seguridad libanesa.
La oposición siria urgió a los combatientes de todo el país a apresurarse “en el rescate” de Quseir y pidió a la comunidad internacional la creación de un corredor humanitario hasta la ciudad.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, aseguró que Francia propondrá la inscripción del brazo militar del Hezbolá en la lista de “grupos terroristas” de la Unión Europea debido a su papel en Siria.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, alabó la “reacción constructiva” del régimen de Assad a la conferencia mientras daba la bienvenida en Moscú al vicecanciller sirio, Faisal Muqdad.
Lavrov también indicó que la iniciativa había sido “dinamitada” por las acciones de la oposición en Siria.
Mientras Damasco ya informó de posibles enviados para participar en la conferencia de Ginebra, la oposición todavía tiene que decidir si acude o no en su reunión del jueves en Estambul.
“El régimen sirio está recibiendo ayuda del Hezbolá y de Irán. Esto aumentó la amenaza para la estabilidad regional”, dijo el canciller británico, William Hague, a los periodistas.
Sobre el terreno, al menos 40 soldados y combatientes favorables al régimen sirio y 14 rebeldes murieron este miércoles en unos enfrentamientos en los que los insurgentes tomaron un campamento militar cerca de Nayrab en la provincia de Idleb (noroeste), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).