A punto de que el Festival de Cine de Cannes ponga su broche final, Eduardo Sánchez, director creativo de la firma de peluquería oficial del certamen, asegura que peinar a las estrellas para la alfombra roja resulta un ejercicio de “negociación” y “seducción”.
Inmaculada Tapia/EFE
El estilista colombiano Eduardo Sánchez, director artístico internacional de Dessange, la firma de peluquería oficial de Cannes, afirma en una entrevista con Efestilo que sus propuestas marcan un retorno al “glamour” y la “feminidad”, y que los recogidos han sido los triunfadores de cada velada sobre la alfombra roja.
Olga Kurylenko, Uma Thurman, Cindy Crawford, Milla Jovovich, Paz Vega, Ludivine Sagnier o Bérénice Béjo se han puesto en sus manos para lucir con todo su esplendor en una de las mejores pasarelas de moda y belleza del mundo.
Sus propuestas están basadas en un trabajo de inspiración, buscando entre las grandes estrellas del cine los años 40 y 50 como Gene Tierney, Grace Kelly y Katherine Hepburn, aunque también han estado presentes estilos tan marcados como el de Audrey Hepburn o Vivien Leigh.
Sánchez subraya que sobre la alfombra se han lucido bastantes “recogidos”, más que el “cabello suelto”, con el que apareció, fiel a su imagen, la modelo Cindy Crawford, sin olvidar el “charleston” de Delphine Chanéac.
Aunque no fue su autor, destaca por su belleza el peinado que lució durante la ceremonia inaugural Nicole Kidman, un moño con tupé que terminaba en coleta, un estilo “en armonía y transgresor al mismo tiempo”.
El peluquero señala que las actrices de Hollywood tienden a llevar más el cabello suelto, pero matiza que las que visitan Cannes son a “las que más les gusta atreverse. A las que más les gusta París, el glamour, el chic”.
Y añade que, en realidad, “las americanas quieren vivir en la piel de las europeas, a pesar de que ellas no carecen de estilo”.
Recuerda, que Carey Mulligan, la protagonista de “El gran Gatsby”, aunque en otras ocasiones ha optado por moños, la noche del estreno iba con el cabello suelto pegado al cráneo, un estilo que en su propuesta él denomina “Plaqué Arty”; allí coincidió también con Eva Longoria, a la que él califica como una “belleza”, y Julianne Moore ambas con la melena sobre los hombros.
Cuenta que las estrellas no suelen plantear conflictos “son las personas de su entorno quienes las condicionan. No he tenido problemas con ninguna” y explica que algunas llegan con una idea muy clara de lo que quieren.
“Muchas creen saber qué es lo que les va”, pero considera que lo más “interesante”, para cualquier mujer, es que un profesional le ofrezca “otra visión” de su imagen, algo que califica como un ejercicio de “negociación” y “seducción”, para que la estrella salga complacida y que el resultado también le satisfaga a él.
Como profesional, recuerda con embeleso la ocasión en la que peinó a la modelo Linda Evangelista, a la que considera la “más profesional del mundo entero”. Peinarla significó para él “un absoluto placer”.
Sánchez indica que una vez alcanzado un cierto estatus, todas las mujeres tienen algo en común. Da igual que sea “americana, australiana o europea, la manera en la que expresan su estilo es muy parecida porque compran en las mimas tiendas y les asesoran las mismas personas, aunque después cada una ponga un pequeño toque personal a su estilo”.
La ecléctica formación del estilista, que mantiene su centro neurálgico en Madrid al frente de sus salones de peluquería, le ha llevado, desde hace un año, a definir las tendencias de la prestigiosa firma de peluquería francesa, con la que próximamente presentará su tercera colección en el “Circo de invierno” de París.
Vive con “presión” y un gran sentido de la “responsabilidad” el cargo que ostenta porque no olvida que es un “peluquero y un empresario”, aunque aprecia que sea un reconocimiento a su carrera y a su capacidad.
Divide a las mujeres en guapas y atractivas. Con las primeras las posibilidades son infinitas mientras que las que entran en el segundo apartado “o bien acentúas su atractivo o bien suavizas sus rasgos”.
Reconoce que el hecho de que la mujer viva ahora de otra manera condiciona su forma de llevar el cabello con una tendencia hacia un estilo más “práctico”, de ahí que denuncie que en las escuelas se preste poca atención a transmitir cómo hacer un recogido elaborado y que no exista “un cierto nivel” de conocimiento, concluye.EFE