SUHELIS TEJERO PUNTES | EL UNIVERSAL
Las pruebas por los momentos reposan en el expediente judicial que sirvió para detener en Miami, Estados Unidos, a Thomas Clarke, José Alejandro Hurtado y a María de los Ángeles González, ésta última ex funcionaria del Bandes.
La casa de bolsa Direct Acces Partners (DAP) sobornaba a González para que usara sus influencias y vendiera bonos del gobierno venezolano a la casa de bolsa, la cual luego revendía al mismo banco por un valor inflado. Así, DAP tuvo ganancias por 66 millones de dólares, monto que significó buena parte de su ganancia global.
A través de estas irregularidades, la SEC determinó que González recibió (o esperaba recibir) alrededor de 9 millones de dólares en sobornos, dinero que fue o sería transferido a una cuenta suya en Suiza.
Pero no era la única funcionaria que participaba en la trama. Las autoridades judiciales no han revelado la identidad del otro funcionario del Bandes implicado en los sobornos, aunque los expedientes que sustentan los casos contra los detenidos mencionan su existencia.
A Temir Porras, recién nombrado presidente del Bandes, le estalló el escándalo en la cara. Aseguró que el Ministerio Público designó a unos fiscales para determinar si se cometió algún delito, mientras puertas adentro el banco intenta determinar si las operaciones irregulares representaron un daño patrimonial al Bandes.