El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.
(Immanuel Kant)
Debo confesar el asombro que me produjo cuando escuché al espía del 8, en un gesto de subordinación la frase: “mi comandante Fidel” -refiriéndose al mayor de los hermanos Castro- quizás para algunos pocos, esta es una conducta perfectamente “revolucionaria”, sin embargo, para otros, no sería patriótica y mucho menos soberana, sobre todo viniendo de personajes que acusan permanentemente de apátridas a sus adversarios políticos. Estas son las contradicciones ideológicas de la “revolución bolivariana”. Ahora empiezo a entender la preocupación de los enchufados para dotar a sus seguidores y militantes de una “consciencia bien equipada”.
Pero mi sorpresa se convierte en indignación cuando veo que el petróleo venezolano a costas del sacrificio del pueblo, es usado para financiar el adoctrinamiento de los militantes del PSUV, lo cual podemos inferir de las declaraciones del teniente Cabello: “hemos llegado a algunas decisiones para que los compañeros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) puedan recibir instrucción de parte del Partido Comunista chino en su formación político-social”. Entonces resulta evidente que estamos en presencia de un proyecto político ideológico que ni su propia militancia logra entender, ya que deben recurrir a un convenio con el partido comunista chino, para adoctrinar a su militancia.
Hablemos claro, a los enchufados poco le importa la ideología, puesto que sólo es usada como excusa para mantener cohesionados a sus partidarios, la relación con Cuba no se debe a sus éxitos económicos, científicos o sociales, porque en lo único que ha sido verdaderamente exitoso el régimen cubano es en el diseño de mitos y cuentos para adormecer a un pueblo al que tienen sometido por más de 50 años, de manera que más que su filosofía política, lo que se esta importando es la capacidad para mantenerse indefinidamente en el poder, a lo cual, podemos decir se reduce este proceso político, que hoy azota a Venezuela a costa de la inmensa riqueza que ha sido dilapidada irresponsable y criminalmente para mantener un poder que se escapa de sus manos.
No terminan de entender, lo que descubrió Marx hace mucho tiempo atrás oculto bajo la “maleza ideológica”, que “el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse; antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc”, y que este proyecto que pretenden imponer a los venezolanos, no ha podido y no podrá superar las grandes contradicciones derivadas de un pensamiento dogmático y vetusto, que no tiene la mas remota idea de como resolver sus contradicciones y los graves problemas que azotan a los venezolanos, pero la revolución está enredada, mientras, siguen empeñados en imponer la ideología, para perseguir sus fantasías revolucionarias y mantenerse enchufados en el poder.