Los residentes de La Restinga, municipio Península de Macanao, se encuentran divididos ante la construcción de una ecocomuna en la zona. Aunque el proyecto puede ser beneficiosos para el turismo insular y activar la economía en el sector, los habitantes de este sector están preocupados por el impacto ambiental que pueda tener.
Fayruz El Halabi, directora de Inparques, señaló que esta ecocomuna turística está enmarcada en el plan estratégico de la institución.
“El proyecto trata de incluir a todas las personas que viven en las comunidades del parque y sus adyacencias para hacer gestión sustentable en el tiempo y en calidad de que se preserve toda la vida del parque”.
Algunos residentes de la zona aseguraron que este proyecto carece de un estudio ambiental. Recordando el acelerado proceso de erosión que padece la barra litoral de La Restinga.
Ismael Fernández, residente de la casa seis, señaló que la erosión puede evidenciarse en los sectores La Guardia, El Botadero y El Saco. “Desarrollar un proyecto de tal magnitud, podría significar acelerar dicho proceso con la consecuencia de la fractura de la barra litoral y por ende la pérdida del humedal”.
Parte del proyecto contempla la sustitución de las viviendas, uno de los temas más delicados para los vecinos de La Restinga, algunos concuerdan que es la vía más sencilla de tener un hogar mejor o simplemente alcanzar un techo donde vivir.
Otros explican que derrumbar las antiguas casas y hacer unas nuevas será otro golpe para la barra litoral.
Tarciso Fernández, de la casa 11, dijo no estar de acuerdo con la demolición de las casas; para él, hacer remodelaciones es suficiente. “El terreno no está apto para que se construya de nuevo. Aquí se hizo un estudio que demuestra que no se puede construir nada”.
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