Tres hombres y una mujer murieron en menos de 24 horas en Trípoli, en el norte del Líbano, al reanudarse los enfrentamientos entre sunitas y alauitas, afirmó el lunes a la AFP una fuente de los servicios de seguridad libaneses.
“Un civil murió y 21 resultaron heridos en enfrentamientos el domingo por la noche entre el barrio de mayoría sunita de Bab el Tabaneh y el sector alauita de Jabal Mohsen”, indicó esta fuente.
El lunes, dos hombres y una mujer de Bab al Tabaneh murieron y cinco personas resultaron heridas, informó la misma fuente.
Los últimos enfrentamientos, que duraron una semana y terminaron el 26 de mayo, dejaron 31 muertos y 212 heridos.
En los combates, en donde se usan granadas propulsadas con cohetes (RPG), morteros y armas automáticas, los habitantes del barrio sunita de Bab el Tabaneh, favorables a los rebeldes sirios, se enfrentan a los del sector alauita de Jabal Mohsen, que apoyan al régimen de Bashar al Asad.
Las repercusiones de la crisis siria también se sienten en el resto del Líbano. En Saida, al sur, el jeque Maher Hamud, imán sunita de la mezquita Al Quds, afirmó que fue objeto de disparos por desconocidos que circulaban en un coche cuando se dirigía a pie a rezar.
“Es por mi apoyo al Hezbolá y mi posición a favor de una solución política en Siria”, dijo a los periodistas.
En Bekaa (este), el vehículo del jeque Ibrahim Mustafa Breidi, otro imán sunita cercano al movimiento chiita Hezbolá, aliado al régimen sirio, fue ametrallado, según fuentes de los servicios de seguridad.