¿Porque no se mejora la forma de hacer política? será porque los partidos no forman a sus cuadros en valores éticos, morales y filosóficos. Será que en Venezuela cualquiera puede dirigir los destinos de una nación o ha caído tan bajo el oficio de la política por culpa de los partidos que no se permiten refundarse, repensarse y replantearse nuevos retos.
Hasta cuando los venezolanos se tendrán que aguantar a dirigentes que solo están por un 15 y un 30, los políticos que les gusta estar en todos los guisos, los que son diputados sin tener sensibilidad por lo social. Los que se enriquecen en nombre del pueblo, los que se les venden al gobierno para atacar a sus compañeros de la oposición. Son miles de los casos que tenemos en el ejercicio político, que lo que da es risa tocar ese tema.
Es la hora de formar a los jóvenes políticos para que no reediten los errores del pasado, que le den un giro al país en la toma de decisiones y no hagan del ejercicio político un Sodoma y un Gomorra donde la perversión era el pan de cada día.
Es la hora de poner la moral republicana por encima de los intereses personales, hasta cuando la gente dice, me voy a meter a político para ver que consigo y, no dicen, voy hacer política para enseñar a los otros a mejorar la aplicación de la misma.
Si no renovamos la mentalidad de los políticos, vamos rumbo a parecernos a países africanos, Haití, etc., que son pobres por condiciones naturales, pero nosotros seremos pobres por la mala administración de nuestras reservas naturales, que son una bendición de Dios.
La política debemos verla como la oportunidad de transformar una realidad, de mejorar las condiciones de vida de los más necesitados. Los políticos son un vehículo para dinamizar procesos sociales y políticos, en donde el gran beneficiado sea el pueblo. En estos momentos vemos todo lo contrario, se nota a legua el interés de muchos personeros del gobierno, viviendo de los lujos que se tiene al estar en el poder, escoltas, carros lujosos, grandes apartamentos, viajes, etc. Sin dar una verdadera contribución a la nación o a su pueblo que los vio nacer y los eligió.
Mientras no se cambie la mentalidad pesetera de los políticos, seguiremos nadando en el mar del oportunismo y la búsqueda del beneficio personal a través de los cargos de elección popular. Los venezolanos están apostando al reencuentro con las buenas costumbres, con la manera eficiente de hacer política y con hombres y mujeres comprometidos con la transparencia a la hora de hacer política para el pueblo y por el pueblo.