El diario enfemenino.com te ofrece algunos tips para dar el besos perfecto
El placer de besar
Es innegable que besar es uno de los mayores placeres de vida. Ya sea el primer beso, un piquito en los labios o un apasionado beso francés, no hay nada como el momento íntimo de unir los labios con alguien a quien realmente deseas.
Sin embargo, un mal beso puede terminar con las expectativas hacia esa persona que tanto te gusta o arruinar una cita que iba viento en popa hasta ese momento. Porque compartir algo tan fundamental como un buen beso es un motivo de peso como para continuar con ese acercamiento íntimo entre los dos.
Tómatelo con calma
¿Quieres dar un beso de lo más sensual y sexy? Lo primero que tienes que tener en cuenta es que sumergir y enroscar tu lengua dentro de la boca de tu chico y hacer el movimiento de una lavadora centrifugando no va a ser de mucha ayuda para eso.
En lugar de eso, tómatelo con calma. Empieza besando suavemente sus labios para que los dos tengan cada vez ganas de más. Entonces, cuando la atmósfera sea irresistible, comienza a introducir poco a poco la lengua en su boca, frotándola despacio con la suya.
La postura perfecta para un beso
Un buen beso no solo tiene que ver con la lengua o los labios. Para ser un buen besador es necesario mucho más que eso. Por ejemplo, la postura es muy importante. Naturalmente, los dos cuerpos estarán el uno junto al otro, pero si quieres que el beso sea inolvidable, asegúrate de que ambos cuerpos están en completo contacto. Es decir, según se vuelva más íntima la situación, presiona tu cuerpo contra el suyo.
La voz también hace que un beso gane mucho. Esto significa que soltar un gemido casi imperceptible mientras os besáis cargará el ambiente de erotismo y hará que se cree entre vosotros un vínculo mucho mayor.
Tampoco te olvides de tus manos. Esto puede ser la diferencia entre un buen beso y un beso impresionante. Acariciar sin pasarse el cuerpo de tu amante, como su cara, su espalda o su pelo también te ayudará a darle un plus de sensualidad a este momento.
La seguridad en ti misma, fundamental
Una de las claves para casi todo en la vida es sentirte segura de ti misma. Con un beso pasa también lo mismo. Cuando no dudas, cuando sabes lo que haces y cuando te relajas, eso se nota y, por supuesto, él también se dará cuenta.
Por lo tanto intenta estar tranquila, ¡recuerda que besarse es divertido! Procura respirar con normalidad, que él te note segura y con ganas, porque para un beso apasionado es fundamental. Si no, corres el riesgo de que tus besos sean aburridos o incluso predecibles.
Un truco para sentirte más segura, es llevar siempre algún chicle encima, que aumentará la confianza sobre tus besos y te dará un aliento fresco. Pero sobre todo recuerda que el chico que está a punto de besarte lo hace porque te encuentra sexy. Y eso es así. ¡Eres sexy, asúmelo!
¡Sé creativa!
Aunque des un buen beso tomándote tu tiempo, un ritmo monótono también puede convertir dicho beso en un aburrimiento. Así que para dar un beso perfecto, tienes que ser creativa… ¡Mézclalo todo!
Muerde suavemente su labio inferior, muévete hacia sus orejas, pasa tu lengua por su lóbulo o muérdelo con dulzura… En el amor vale casi todo y, cuanta más variedad, más diversión para los dos. Prueba a jugar alrededor de su boca y dándole besos por el cuello… Recuerda que los límites los ponéis vosotros dos.
Escucha a tu pareja
A veces es lo más complicado porque nos da vergüenza, pero hablar de sexo o de sus preferencias con nuestra pareja, puede ser de mucha ayuda. A cada persona le gustan cosas diferentes y por lo tanto no hay que presuponer que lo que nos gusta a nosotras será lo que les guste a ellos.
En ese sentido, lo mejor es escuchar a tu pareja para descubrir qué es lo que le gusta realmente. Y, aunque lo mejor es hablarlo, hay otras formas de escucharle. Es decir, observa cómo reacciona su cuerpo: si se le eriza la piel, su cara de placer… Y busca así la forma de que los dos disfrutéis al máximo de vuestra relación.
Porque al final, el beso perfecto no se logra cuando a nosotras nos encante o a ellos les encienda, sino cuando las dos partes disfruten al máximo de este placer irresistible.