Los ejercicios en suspensión previenen las lesiones articulares y ligamentosas al trabajar el centro de gravedad y la capacidad propioceptiva de las personas que los practica, según ha señalado a Europa Press la presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas Expertos en Pilates (Aefep), la fisioterapeuta Judith Sánchez.
En concreto, sostiene que las desestabilizaciones que provocan hacen que el cuerpo tenga que estar “constantemente” readaptándose, lo que evita la aparición de este tipo de lesiones. Así, sostiene como ejemplo que, cuando se produce un esguince de tobillo, el fin de la rehabilitación es “conseguir la recuperación de la propiocepción”.
Ésta es “la capacidad que tiene el cuerpo de saber en qué posición se encuentra”, continúa Sánchez, que señala que cuando un ligamento se lesiona, el cuerpo regenera esas fibras pero luego se encuentra “como tonto entre comillas al pisar”. Para ella, esto es lo último que se recupera, “los receptores propioceptivos”.
En este sentido, explica que por ello el fisioterapeuta ordena la realización de ejercicios de inestabilidad con pelota, para trabajar la propiocepción, algo que los ejercicios en suspensión hacen “a lo bestia”. Con ellos, además, se previenen caídas y se tonifica la musculatura de forma “mucho más rápida”, subraya.