Un llamado del Sindicato de Empleados de Azucarera Río Turbio, paralizó la producción de unas 300 toneladas de azúcar en la jornada laboral de este sábado.
La información fue aportada por Diego Rivero, gerente institucional del central azucarero, manifestando que es el segundo sábado que la organización sindical paraliza intempestivamente la labores de producción.
Nos encontramos nuevamente con una parada caprichosa del sindicato que nos causa un daño irreversible al proceso productivo de unas 300 toneladas de azúcar, apuntó Rivero.
Precisó que el ausentismo laboral promovido por la organización sindical como represalia por la ejecución de nuevos horarios, afecta la producción diaria en 66%. Si estamos produciendo entre 400 y 450 toneladas día, esto nos está afectando unas 300 toneladas de azúcar, a sabiendas que el rubro es deficitario y desde la Azucarera Río Turbio venimos haciendo un esfuerzo bien importante y la ley en ese sentido es clara, estableciendo pena de cárcel para aquellas personas que cercenen un proceso productivo, acotó Rivero.
Dijo que la parada no sólo afecta el turno regular sino el turno subsiguiente, dado que arrancar todos los equipos requiere de un riguroso protocolo. Según apreciación del gerente, el sindicato efectúa una parada no segura, colocando en riesgo la vida de los mismos operarios, por cuanto un equipo se forzó a pararse fuera de condiciones.
Además, señaló el gerente, toda el azúcar en proceso corre el riesgo de daño. Entre los dos sábados, el central ha dejado de producir unas 600 toneladas de azúcar, que se traduce en un impacto significativo en la economía nacional.
En el marco de la ley
Rivero observó que el departamento de Recursos Humanos de la Azucarera Río Turbio, conjuntamente con la asesoría de juristas en materia laboral, diseñaron un conjunto de horarios apegados a la nueva Ley del Trabajo, consignados ante la Inspectoría del Trabajo Pío Tamaño de Barquisimeto, tal como lo ordena la norma.
-Pero el sindicato hace caso omiso de esto y por segunda vez, arbitrariamente paralizan el proceso productivo, que como consecuencia infringen daño a los trabajadores y a la empresa, resumió.
La empresa en ninguno de los casos se niega a conversar en el marco de la ley y del respeto. La situación será notificada a los entes competentes.
Con información de ElImpulso/Luis Alberto Perozo Padua