La Iglesia volvió a Miraflores luego de la apertura que ha mostrado el Gobierno: primero invitó a conversar a los empresarios y ayer el presidente Nicolás Maduro habló con el nuncio apostólico, Monseñor Pietro Parolini, y el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón.
El encuentro fue en el salón contiguo a la oficina presidencial, que ahora no se utiliza porque será convertido en un museo en honor a Hugo Chávez. El ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, participó en el diálogo.
Monseñor Parolini afirmó que privó “un clima de apertura y cordialidad”, y que la visita respondía al la reunión que sostendrá Maduro con el papa Francisco en Roma el lunes 17 de junio en la biblioteca privada, en el tercer piso del palacio apostólico, como indican las normas de protocolo.
“Desde abril, cuando habló, hay muestras de cómo el Papa conoce bien la situación (de Venezuela) y de cómo se siente involucrado en todo lo que se vive el país. Deseamos que la audiencia sea de gran provecho para el país en el ámbito de la reconciliación, la paz y el progreso material y espiritual”, afirmó Parolini.
Padrón dijo que se “retomó” el diálogo con Miraflores: “Convencido de la necesidad de mantener una relación frecuente entre ambas instituciones, hemos tratado los problemas que angustian al pueblo venezolano, como los encarcelados y los que están fuera del país. Fue una reunión muy grata. Se ha establecido un canal ahora más regular de conversación entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal. Hay, de parte del Presidente, una gran apertura. Hemos sido francos al plantearle las dificultades y creo que este es el camino para continuar estas conversaciones”.
La agenda de la conversación incluyó temas como la seguridad, la escasez, los presos políticos, los asilados, el conflicto universitario, el papel de la Iglesia en la educación y la aprobación de visas de trabajo para sacerdotes y religiosos de otros países.
Luego, en un acto en Teatro Teresa Carreño, Maduro informó que obsequiará al Papa un cuadro de Simón Bolívar (“El nuevo rosto del Libertador, el Bolívar de Chávez; con esa mirada”, dijo), pero no ofreció detalles de la agenda que seguirá en el viaje.
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