Una mujer encontró el pasado sábado por la noche el cadáver descompuesto de su novio y parcialmente devorado por sus dos ‘pitbull’ en su piso de El Molar, según la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. La víctima es Ángel Javier C. M., de 34 años, quien llegó a anunciarse como adiestrador de este tipo de razas peligrosas en internet, publica elmundo.es.
El cadáver presentaba desgarros en la cabeza y mordiscos en otros lados del cuerpo cuando su novia, Almudena, lo localizó encima de la cama de su habitación. Ya en un primer momento los agentes no encontraron ningún indicio criminal en el piso y todo hacía suponer que había muerto de forma natural. La autopsia realizada entre el domingo y ayer lunes confirmó que falleció de un infarto, según lo reflejado por el médico forense.
A tenor de las primeras pruebas, el hombre pudo fallecer el pasado jueves por la mañana en su casa, situada en el segundo piso del número 49 de la avenida de España de El Molar. Sus parientes comenzaron a inquietarse el pasado sábado por la tarde, ya que Ángel llevaba dos días sin contestar a las llamadas. Su novia Almudena siguió llamándole y finalmente decidió ir a su casa por si le había ocurrido algo. Al entrar en el domicilio ya se extrañó del hedor que había en la vivienda y los dos pitbull estaban muy alterados y nerviosos. Vio varias heces en el suelo y atribuyó el mal olor a este hecho, según las primeras declaraciones.
La mujer empezó a gritar el nombre de su pareja que no contestaba. A continuación, llegó hasta la habitación, donde se topó con la tragedia. Sobre la cama estaba el cuerpo de Ángel desnudo. Tenía parte de la cabeza destrozada por mordeduras, según describieron los agentes de la Guardia Civil.
Los animales habían empezado a alimentarse con su dueño después de haber intentado alcanzar sin éxito la zona de la cocina donde estaba el pienso, a tenor de las pesquisas. Tampoco tenían agua y no paraban de moverse de un lado a otro de la casa.
Pese a lo ocurrido, los animales, que se encontraban en buen estado, no fueron requisados por los agentes y fue la novia de Ángel la que se hizo cargo de ellos. Agentes de la Policía Municipal y de la Guardia Civil se trasladaron a la casa donde realizaron la inspección ocular. A falta de las pruebas forenses, se concluyó que los perros devoraron al hombre cuando ya estaba muerto.