El cambio climático y la expansión de las ciudades y la agricultura deberán tenerse en cuenta para la preservación en las Américas de “autopistas ambientales” que permitan la migración de los animales hacia regiones más templadas, según un estudio que publica hoy Ecology Letters.
Los mamíferos, aves y animales anfibios ya han comenzado a trasladarse hacia el norte y el sur en las Américas como respuesta al calentamiento global, indicó la investigación encabezada por científicos de la Universidad de Washington.
Entre las regiones donde podrían ocurrir incrementos sustanciales del movimiento de animales se cuentan el sudeste de Brasil que alberga la foresta atlántica, rica en especies, y grandes ciudades como Sao Paulo con 11 millones de habitantes; y la cuenca amazónica.
Esta cuenca, que se extiende por siete países sudamericanos, podría ser escenario de las mayores migraciones de animales con un tránsito hasta diecisiete veces mayor que el movimiento promedio en todas las Américas, añadió el estudio.
A su vez, y a pesar del considerable desarrollo del uso humano del territorio, la región del sudeste de Estados Unidos podría proporcionar algunas de las “autopistas” más usadas en el movimiento de las especies hacia el norte.
Los científicos calculan que los Estados del sudeste de EEUU verán un movimiento 2,5 veces mayor que el promedio en las Américas.
“Si bien otros estudios han hecho mapas que señalan las regiones donde los animales necesitarán trasladarse para hallar climas apropiados, éste es el primero de gran escala que considera la forma en que los animales han de viajar cuando encuentren ciudades, grandes áreas agropecuarias y otras barreras relacionadas con los humanos”, señaló Joshua Lawler, profesor de ciencias ambientales y forestales en la UW.
“Tomamos en cuenta que muchos animales, simplemente, no podrán trasladarse directamente a áreas donde los climas sean más apropiados para ellos”, dijo Lawler.
“Algunos animales, en particular los mamíferos y anfibios pequeños, deberán evitar autopistas o grandes plantíos y sembradíos”, añadió. “También tomamos en cuenta barreras naturales mayores como los Grandes Lagos en América del Norte y el río Amazonas en América del Sur”.
La identificación de las regiones donde necesitará migrar un gran número de especies puede ayudar en la planificación del uso de las tierras y la conservación.
Los investigadores señalaron, por ejemplo, que los animales que se trasladan hacia el sur por el centro de Argentina serán empujados por la agricultura y el desarrollo urbano hacia las partes más intactas del Gran Chaco, las sierras de Córdoba y las montañas de los Andes.
En el sudeste de Brasil hay numerosas especies que necesitan trasladarse pero la región tiene un paisaje intensamente ocupado y trabajado por los humanos, y en zonas así, según los científicos, se necesitarán esfuerzos de conservación para reconectar los hábitat nativos. EFE