Muchos padres podrían estar enojados si su hija se hubiera metido en la pornografía. Y el caso es también el de la gran estrella del porno norteamericano Stoya. Sin embargo, la razón del disgusto del suyo no es por lo que cualquier otro padre podría estarlo.
Stoya cuenta que su papá está molesto porque le “arruinó” la pornografía para él: “Tuve que firmar para una compañía grande, en lugar de hacer sólo algunas escenas, como pasaba habitualmente”.
Y el resultado, cuenta la actriz porno, es que ella y padre pelean regularmente por su estilo de vida, sobre todo cuando éste va a a un sitio porno para su “satisfacción personal”. Es que inevitablemente choca con una publicidad de un juguete sexual inspirado en las partes íntimas de Stoya.
Y si bien el papá de la morocha se siente muy invadido al intentar consumir productos sexuales sin encontrarse con la imagen de su hija, Stoya aclara -y menos mal- que esas discusiones no se dan regularmente en la cena, sino que sólo “de vez en cuando”.
Fuente: El Día