La fiscalía pronunciará el lunes sus requerimientos después de seis semanas de audiencias en el marco del proceso del venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos, juzgado en apelación por un tribunal criminal de París por cuatro atentados cometidos en Francia hace 30 años, que dejaron 11 muertos y cerca de 150 heridos.
Carlos, de 63 años, se enfrenta a una posible condena a cadena perpetua, pena a la que fue sentenciado en diciembre de 2011 y contra la cual apeló.
Detenido en Sudán en 1994, actualmente Carlos cumple una condena a cadena perpetua pronunciada en 1997 por un tribunal de París que le declaró culpable del asesinato de tres hombres, dos de ellos policías, en 1975 en la capital francesa.
Después del requerimiento de los dos abogados generales Jean-François Ricard y Julien Eyraud, que se prevé que se extienda durante toda la jornada del lunes, la defensa intervendrá el martes y un día después se espera el veredicto.
La defensa de Carlos la compone, de manera inesperada, una joven abogada de la Conferencia del Colegio de Abogados de París para garantizar la defensa penal de urgencia.
Al inicio del juicio, el venezolano “prohibió” a sus abogados, Francis Vuillemin e Isabelle Coutant-Peyre, que le defendieran para protestar contra la falta de apoyo de Venezuela.
Según Carlos, el gobierno de su país se niega a asumir los costes de su defensa.
Tres jóvenes abogados fueron nombrados de oficio para representar al acusado y tuvieron que estudiar con urgencia los 82 tomos constituidos para el proceso.
Estos abogados renunciaron a mitad del juicio al considerar que no estaban en condiciones de garantizar una defensa pertinente a su cliente. Únicamente se quedó Marie-Pompei Cullin, nombrada de oficio para que el proceso iniciado el 13 de mayo pudiera continuar.
Carlos está acusado de complicidad en cuatro atentados. Según la acusación, esta campaña, que habría sido organizada por Carlos, pretendía lograr la liberación de su novia alemana Magdalena Kopp y del suizo Bruno Breguet, ambos miembros de su grupo, detenidos en París en febrero de 1982 en posesión de armas y explosivos. AFP