El sexo se puede convertir en una experiencia negativa si en el pre y post no tomamos las medidas de higiene mínimas para el contacto íntimo con nuestra pareja.
Antes de tener relaciones sexuales, además de prepararnos física y mentalmente, a través de los juegos preliminares, es necesario prestar especial atención a la higiene íntima.
Un baño es la opción como paso previo. Esto con el fin de evitar posibles malos olores y mas áun cuando vamos a practicar sexo oral.
Pero la vagina y el pene no son las únicas partes del cuerpo por las que tú y tu pareja se deben preocupar, la limpieza del ano también es importante si les gusta experimentar poses en las que los genitales y el ano esten en contacto con la boca.
Pero ¿Cómo hacerlo en pareja? Tomar una ducha o preparar un baño espumoso en la tina es una alternativa muy sexy, en la que, aparte de asear los genitales, encenderán la pasión en segundos.
Tip: Para esa zona prefiere los jabones líquidos con un ph neutro o especialmente formulados para la limpieza íntima; así evitarás posibles irritaciones y alteraciónes del ph vaginal, fundamental para que los microorganismos “buenos” que viven en ella puedan impedir las infecciones vaginales.
El baño después del acto sexual también es importante, sobretodo cuando tienes sexo sin protección. Una ducha corta impedirá la proliferación de bacterias en los genitales, que pueden dar paso a infecciones y molestias a largo plazo. ¿Qué tal una ducha con agua tibia juntos? Cuando finalicen el coito, pueden hacerlo, pero ¡Ojo! Salir corriendo instantáneamente a la ducha puede ser un matapasiones infalible. Esperen el tiempo que consideren pertinente y ¡Al agua patos! Dormirán relajados hasta el otro día.