La inflación, la devaluación, las restricciones en las asignaciones de divisas y la regulación laboral comprometen las operaciones de las empresas farmacéuticas.
Ángel Márquez, vicepresidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica, señaló que el estancamiento económico del primer semestre pone en riesgo la continuidad de las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas.
De los 30 afiliados a Cifar, que representan 35% del sector, entre 18 y 20 pueden considerarse pequeñas y medianas, cuya principal afectación es lo que el directivo considera una “fuerte contracción” en la asignación de dólares oficiales.
En las últimas semanas la Comisión de Administración de Divisas canceló 20% de una deuda de 350 millones de dólares, lo que ha bajado un poco la presión sobre las compañías, agregó. Sin embargo, es vital que el flujo se mantenga, pues todavía se deben 262,5 millones de dólares, que es básicamente para la cancelación a proveedores internacionales.
“Hubo empresas con montos relativamente pequeños, pero para las cuales esas divisas significaron una cuestión de vida o muerte”, expresó. Las pequeñas y medianas, que no cuentan con el músculo financiero de una transnacional, son las más perjudicadas por la situación económica. “Generalmente son aquellas con portafolios limitados, casas de representación y plantas pequeñas”, especificó.
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