Inseguridad: Créenos, ni la celebridad más famosa de Hollywood es perfecta. Si durante el sexo te estás preocupando por tu cuerpo y cómo lo percibe tu chico, lo más probable es que no alcances el orgasmo. Olvídate de todo, quiérete y disfruta.
Estrés y pendientes: Los problemas en la oficina y todas esas cosas que te faltan por hacer ocupan tu mente e impiden que te liberes en tu cama. Relájate antes de encontrarte con tu galán, toma una copa de vino, escucha música, piensa positivo.
Obsesión: Tampoco es recomendable ponerte el orgasmo como única, necesaria y obligada meta con tu chico, porque, además de que no disfrutarás el viaje completo, la presión y la expectativa que generes pueden ser tales que terminen bloqueándolo.
Falta de lubricación: Algunas parejas omiten el lubricante por creer que no lo necesitan, pero se trata de un auxiliar poderosísimo para que llegues, ya que reducirá la fricción entre tú y él, tanto en la vagina como en la vulva, y hará todo más placentero.
Fuente: Cosmopolitan