Polémica en Brasil tras propuestas de presidenta para calmar protestas

Polémica en Brasil tras propuestas de presidenta para calmar protestas

Foto: AFP

La iniciativa de la presidenta Dilma Rousseff de convocar a una Asamblea Constituyente que lleve a cabo una profunda reforma política desató polémica entre opositores, aliados y manifestantes, tras dos semanas de históricas protestas en Brasil, en plena Copa Confederaciones.

Confrontada con las mayores protestas en dos décadas, en reclamo de mejores servicios públicos y el fin de la corrupción arraigada en la clase política, Rousseff anunció el lunes un paquete de propuestas que incluyen un plebiscito para convocar una Constituyente para implementar reformas políticas.

Pero frente a obstáculos técnicos que impiden crear una Constituyente para un fin específico, el gobierno indicó el martes que analiza otras alternativas para conquistar su objetivo.





“Hay varias maneras de alcanzar (la reforma política): una sería una Asamblea Constituyente, otra, colocar cuestiones en un plebiscito”, dijo el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.

Las manifestaciones prosiguen en tanto en ciudades como Rio de Janeiro, Belo Horizonte, Sao Paulo y Goiania, aunque con mucha menor intensidad que el jueves pasado, cuando más de un millón de personas se volcaron a las calles para exigir mejores servicios públicos, denunciar la corrupción y los gastos en estadios de la Copa Confederaciones en curso o del Mundial 2014, en vez de en salud o educación.

En Rio de Janeiro, una pequeña manifestación en un barrio popular cercano a varias favelas degeneró el lunes de noche en robos, vandalismo y confrontaciones con la policía.

La operación policial en una de las favelas del Complexo da Maré para hallar a los responsables dejó un saldo de cuatro muertos: un sargento del Batallón de Operaciones Especiales de la policía (Bope) y tres vecinos.

Esta mañana efectivos del Bope volvieron al lugar y dieron muerte a cinco sospechosos, informó a la AFP la policía.

Una marcha está prevista esta tarde desde el pie de la favela Rocinha, la mayor de Rio enclavada entre los barrios más ricos de Rio cerca del mar, hasta la casa del gobernador Sergio Cabral en el vecino Leblon. Muchos manifestantes han llamado asimismo a una asamblea general en una plaza del centro de la ciudad.

Congreso bajo presión

Rousseff dijo “escuchar la voz de la calle” y puso la presión en el Congreso, único poder que puede convocar un plebiscito, y donde por falta de apoyo languidecen proyectos impulsados por el gobierno para reformar el sistema político, endurecer las penas contra la corrupción y aumentar la inversión en educación.

“La reforma política está bloqueada desde hace 20 años porque los políticos sólo están interesados en crear leyes que favorezcan su reelección”, dijo a la AFP David Fleischer, analista político de la Universidad de Brasilia.

La propuesta de una consulta popular para crear una Asamblea Constituyente exclusivamente para reformar el sistema político fue lanzada por el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y apoyada por Rousseff en su campaña electoral en 2010.

Pero la Constitución no prevé la convocatoria de una Constituyente para realizar una reforma puntual de la Carta Magna y no existe un consenso entre los principales partidos sobre cómo reformar el sistema político.

Tras una reunión con Rousseff, el presidente de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), Marcus Vinicius Furtado Coelho, señaló que “es posible, necesario, urgente, más rápido y efectivo hacer una reforma política alterando la ley de elecciones y la de partidos políticos, sin cambiar la Constitución”.

Eso evitaría “el riesgo institucional” que podría traer convocar a una Constituyente, en su opinión.

Rousseff debía reunirse asimismo con el presidente del Senado, Renan Calheiros, y con el presidente de la Corte Suprema, Joaquim Barbosa. También mantendrá un encuentro con miembros del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) y del grupo Periferia Activa, que organiza manifestaciones en Sao Paulo.

“Absurdo”

La oposición atacó las propuestas de la mandataria.

“No hay humildad para reconocer errores (…) La presidenta tergiversa y actúa como si hubiese asumido hoy, olvidándose que este gobierno está en el poder hace 10 años. Este gobierno no asume sus responsabilidades y las transfiere a terceros”, dijo el presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, oposición), el senador Aecio Neves, al diario O Globo.

El presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves (PMDB, integrante la coalición), rechazó la posibilidad de una Constituyente.

“Hasta porque eso retrasaría aún más todo. Esta Casa tiene el deber de debatir” la reforma política “pero no vía una Constituyente específica”, dijo.

El senador Pedro Taques (Partido Democrático Laborista, integrante de la coalición) se dijo favorable a una Constituyente, pero cuestionó la capacidad del actual Congreso de llevar a cabo una reforma política.

“Los intereses aquí pueden ser otros”, afirmó, según agencia Senado.