Lapatilla
Hay prejuicios que atentan contra la capacidad de disfrutar la sexualidad con plenitud, “leyendas” que nos inhiben o nos hacen pensar que algo nos falta o que deberíamos sentir más o de otra manera. revistamujeres.cl
El sitio argentino Entremujeres.com realizó esta especial lista, que muestra esos mitos que nos rondan en la cabeza de muchas parejas y que les impiden desarrollarse en el sexo y disfrutar como corresponde.
- Los orgasmos vaginales son los más comunes: creer que hay una manera “adecuada” y normal de llegar al clímax es una tontería. Muchas mujeres creen que por no lograr una orgasmo a partir de la penetración, son frígidas o les falta algo. No es verdad. El 80% de las mujeres no tiene orgasmos sólo con eso. Es necesaria la estimulación de alguna otra zona erógena como el clítoris, los pechos… para poder llegar a un nivel de placer elevado.
- Todo es cuestión de piel: mentira. La fantasía es fundamental. La estimulación psicológica cumple un papel central en la excitación femenina. Y, también, en el varón: es un combustible erótico clave.
- El clítoris es un botón: la definición más adecuada sería decir que es una especie de raíz. Sus terminaciones nerviosas llegan hasta la entrada de la vagina.
- Si no gritas, no sientes: el cine y la tele venden un modelo de orgasmo de alto voltaje. Ni hablar de las películas porno, plagadas de gritos absolutamente inverosímiles. En la vida real, las formas de expresión del placer pueden ser tan diversas como tipos de orgasmos existen. Si te esmerás en exagerar para complacer a tu pareja, te perderás la posibilidad de contactarte con lo que tú estás sintiendo.
- Una relación sexual buena es una relación sexual larga: si lo pasas bien en diez minutos, es genial. El sexo no tiene una medida standard. Lo que dura, dura. Para algunos entre 20 segundos y un minuto y medio, basta. Si te gusta el placer lento, escuchate, y recuerda que hay días y días: si no hay tiempo o estás cansada, unos minutos de conexión con el cuerpo están más que bien.
- A un hombre lo hechiza una mujer vestida con lencería sexy: no a todos. Hay varones que mueren por ver a su mujer de dueña de casa. Y no hay nada que enloquezca más a un hombre que ser recibido por una mujer completamente desnuda.
- Si en tus fantasías hay personas del mismo sexo, eres gay: nada que ver. Puede que sí, o puede que no. La fantasía es un plano que permite enajenarse y disfrutar; allí, todo vale. Mucha gente fantasea con cosas que jamás quisiera concretar. Y es válido. Que te imagines con varias personas tampoco implica que la pasarías bomba en una orgía. La fantasía es eso: fantasía.
- Los hombres tienen más ganas siempre: falso. La predisposición al sexo tiene que ver con varias cosas y está asociada a las variaciones en la libido. La dieta, el sueño, la salud, el estrés, las condiciones médicas, la autoestima, muchas cosas afectan el deseo sexual en hombres y mujeres.
- La satisfacción femenina depende del tamaño del pene: es falso. El desempeño del varón en general tiene poco que ver con las dimensiones de su miembro y mucho más con la sensibilidad y capacidad de conectarse con su pareja. Si los hombres les preguntaran a las mujeres qué opinan del tamaño del pene, se enterarían de que hay mujeres a las que un pene grande las aterra, y que a la mayoría el tema no les importa.
- Si necesitás juguetes eróticos es porque a tu pareja le falta deseo: ese pensamiento atrasa varias décadas. El erotismo necesita cambios y nuevos estimulantes para encenderse. Los juguetes eróticos son geniales para romper la rutina y divertirse de a dos. Jugar en pareja puede regalarte una noche de alto voltaje.