La FIFA está dispuesta a suspender los partidos del Mundial del año próximo en Brasil en caso de que los gases lacrimógenos rociados durante eventuales protestas lleguen a los estadios y afecten a los futbolistas, AP.
Durante la Copa Confederaciones, que concluyó el domingo y que sirvió como una suerte de ensayo para el Mundial de 2013, abundaron los choques entre manifestantes antigubernamentales y policías en las inmediaciones de algunos estadios.
El organismo rector del fútbol mundial no llegará al grado de solicitar que las fuerzas de seguridad eviten que se repitan las escenas en que los policías usaron balas de goma, granadas de estruendo y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes en las proximidades de los estadios.
“No me corresponden a mí las decisiones sobre la seguridad; ése es un asunto del gobierno”, dijo el lunes el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke. “Les estoy pidiendo que garanticen la seguridad que necesitamos para organizar la Copa del Mundo… No tenemos derecho de decirle al gobierno qué hacer con la seguridad. Es su problema y su responsabilidad”.
Las autoridades lanzaron gases lacrimógenos durante algunos partidos de la Confederaciones, y hubo reportes de que algunos integrantes de la selección brasileña experimentaron malestar por ello durante su triunfo por 3-0 sobre España en la final del domingo, disputada en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Cuando se le preguntó si debían suspenderse los partidos del Mundial si los gases causaban problemas a los equipos, Valcke respondió, “cuando los 22 futbolistas en la cancha no pueden jugar, es tiempo de detener el partido”.
El propio Valcke dijo haber experimentado los efectos de los gases durante un encuentro en Brasil, pero reconoció que es imposible impedir que esos humos irritantes lleguen a los estadios.
“¿Qué quieren que hagamos? ¿Colocar a voluntarios alrededor del estadio para que soplen?”, preguntó.