El Gobierno de Venezuela negó hoy que maneje una red de espionaje contra políticos opositores y dirigentes oficialistas, tal y como ayer denunció el diputado de la oposición Ismael García.
“No hay espionaje, yo no he visto espionaje aquí dentro del Gobierno, ¿a quién yo voy a hacer espionaje dentro del Gobierno?. Aquí no estamos haciendo espionaje contra nadie”, aseguró a periodistas el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres.
El ministro respondió así a una denuncia presentada el miércoles ante la Fiscalía por García, quien aseguró que existe una “una red de espionaje” con la complicidad del presidente del país, Nicolás Maduro, y del propio Rodríguez Torres.
García sostuvo que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) investiga a funcionarios y a opositores, y presentó como pruebas una serie de correos electrónicos donde un pirata informático comenta tener acceso a las cuentas del canciller Elías Jaua y de personalidades y dirigentes vinculados con la oposición.
Rodríguez Torres respondió que lo que hace el Gobierno son “labores de inteligencia”.
“El servicio de inteligencia de Venezuela, el Sebin, es eso: un servicio de inteligencia. Nuestra misión es estar alerta las 24 horas contra las amenazas que atenten contra la seguridad del Estado y contra nuestro pueblo”, dijo el ministro tras un acto con autoridades policiales en Caracas.
García aseguró que “funcionarios empezaron entre sí a montar ollas (trampas) para buscar cómo grababan o perseguían a dirigentes de la oposición y luego terminaron descubriéndose entre ellos”.
La semana pasada el oficialismo difundió una conversación privada de la diputada opositora María Corina Machado en la que ésta revelaba presuntos contactos de la coalición de oposición al Gobierno con el Departamento de Estado estadounidense y desnudaba pugnas en el interior de esa fuerza.
En mayo otra grabación telefónica difundida por la oposición mostró al presentador de televisión Mario Silva, una de las puntas de lanza del chavismo en los medios, conversando con un supuesto agente cubano al que le reconocía conspiraciones y pugnas internas dentro del oficialismo. EFE