Taylor se ha convertido en un héroe para los medios británicos. El pequeño, que se encontraba en casa solo con su progenitora, se asustó al ver que, después de la caída, ella no respondía cuando intentaba hablarle. Le gritó y hasta le pegó una bofetada, contó a los policías. Incluso le intentó dar algo de comer para ver si despertaba. Pero al ver que no reaccionaba, decidió marcar el 999 -el teléfono de la Policía inglesa- y hablar con los agentes. “¡Mi madre se ha hecho daño y no responde!”, explicó el niño. Después colgó la llamada: los agentes volvieron a llamar para conseguir más información, pero no encontraron respuesta.
Entonces, los agentes acudieron rápidamente a casa de la familia. La policía Claudette Jordan recuerda: “Cuando llegamos, Taylor no podía abrir la puerta porque estaba cerrada con llave, pero consiguió encontrar las llaves en el bolsillo del pantalón de su madre y así abrirle al equipo médico”. “¡Es increíble que un niño de tres años logre llamar a la Policía!”, se sorprende Jordan.
La madre de Taylor, Chloe Price, ya recuperada, recuerda: “No sé qué habría hecho sin él. ¡Es tan valiente! Hace unas semanas, su abuelo le enseñó que tenía que llamar al ‘999’ en caso de emergencia”. El jefe de Policía de Foleshill, Andy Nicholson, alabó también el comportamiento del niño: “Taylor es un ejemplo para otros niños cuando hay algún caso de emergencia. Será siempre bienvenido en nuestra comisaría”.