Madre de joven muerto en piscina de Polideportivo pide que “averigüen”

Madre de joven muerto en piscina de Polideportivo pide que “averigüen”

Cortesía Panorama

“No conocemos quiénes eran los amigos con los que mi hijo estaba el lunes”, expresó con dolor Neila Morán, madre de Juan Carlos Montiel, de 18 años. Sus lágrimas corrían por su rostro, mientras contemplaba una fotografía en vida del segundo de sus siete hijos, puesta sobre el féretro en la sala de su humilde vivienda.

 

Vía Panorama





Al mismo tiempo, la ama de casa contó la última vez que vió con vida a quien ella consideraba “el mejor” de sus vástagos.
Juan Carlos Montiel salió de su casa, entre las calles 39 y 40, del barrio Cujicito, parroquia Idelfonso Vasquéz, la tarde del pasado lunes, para ir al gimnasio.

“Mamá voy y vengo”, con esa frase se despidió el joven de su progenitora a las 5:30pm, aproximadamente.
“Él acostumbraba a regresar siempre a las 11:00 de la noche; sin embargo ese día no regresó a la casa”, contó Morán, consternada por la muerte de su hijo.

Pasaron las horas y la angustia de la familia fue creciendo. Al ver que Juan Carlos no regresaba, su mamá decidió buscarlo por todos lados.

“Le pregunté a todos sus amigos del Frente Francisco de Miranda si lo habían visto, lo busqué en todo el barrio y hasta en la caseta policial, pero no lo pude encontrar. No tenía teléfono porque lo habían robado hace dos semanas”, relató la madre.

“Él no sabía nadar, a él no le gustaban las piscinas y las playas. Espero que aparezan los amigos con los que estaba mi hijo, necesito una explicación de su muerte”, sentenció.

La familia espera que el Cicpc determine si en realidad se trató de una muerte accidental.
Esa noche, presuntamente, Montiel decidió ir con unos amigos a las piscinas del Complejo Polideportivo Luis Aparicio, con la intención de acompañarlos, pues él no sabía nadar.

Un testigo del hecho contó haber visto al joven, junto a otros hombres, que se presume sean sus amigos, saltarse la cerca perimetral que resguarda el área. “Varios muchachos estaban conversando enlas orillas de las piscinas”.

Nada más se supo de Juan Carlos, ni de las personas con las que estaba. Lo que si se conoció fue el fatal desenlace.
Montiel apareció el miércoles ahogado en la profundidad de la fosa de clavados, que tiene más de cinco metros de profundidad. La piscina estaba inhabilitada desde el domingo, pues tenía la bomba dañada y esperaban repararla.
Al día siguiente, los nadadores y el entrenador encontraron la ropa y la cédula de Montiel a un lado de la piscina, como nadie respondió por los objetos, fueron guardados en una oficina.

En las noches, en el Complejo de Piscinas Rafael Vidal, lo que sobra es la penumbra y la inseguridad, dicen los trabajadores y usuarios.

El complejo carece de vigilancia que resguarde la zona e impida a las personas ingresar a las instalaciones sin autorización.

“A las 9:00 de la noche — luego de la última práctica— se apagan los reflectores que iluminan las piscinas, después todo queda a oscuras y nadie cuida el área”, denunció un trabajador.

Luego de dos días de desaparecido, los atletas hallaron el cádaver de Juan Carlos flotando en la fosa de clavados.
“Vimos una cabeza flotando, nos acercamos y nos encotramos con que era un hombre ahogado, estabado todo morado y sólo cargaba un interior”, expresó un testigo.

Juan Carlos Montiel era patrullero del Frente Francisco de Miranda del Psuv, estaba terminando el bachillerato. Le gustaba ingerir alcohol con sus amigos. El próximo domingo, hubiese cumplido 19 años. Era el segundo de siete hermanos.