La idea es muy simple: al cambiar las líneas de la vida, el futuro también cambiará. Todo lo que se necesita es un cirujano plástico competente con un bisturí eléctrico que tenga un conocimiento básico de quiromancia. Este es el caso de Takaaki Matsuoka, cirujano plástico en la clínica de belleza Shonan, informa el diario ‘The Daily Beast’. El medico asegura que inicialmente no sabía nada de quiromancia, pero en 2011 una paciente le pidió cambiar su palma para tener una mejor suerte.
Tras leer varias revistas médicas Matsuoka encontró ejemplos de este tipo de cirugía que se realizan en Corea del Sur y, a continuación, realizó una prueba por 1.000 de dólares. Fue un éxito, en parte porque el doctor utilizó un bisturí eléctrico que quema la piel, y deja una cicatriz semipermanente.
“Si se intenta crear una línea en la palma de la mano con un láser, va a curarse, y no va a dejar una marca clara. Hay que usar el bisturí eléctrico y hacer una incisión temblorosa a propósito, porque las líneas de la palma no son completamente rectas. Si no se quema la piel y solo se utiliza un bisturí normal, las líneas no se formarán”, explica Matsuoka.
Desde 2011, este médico ha realizado 20 cirugías plásticas, mientras que sus colegas ‘han cambiado el destino’ a 17 personas. Por ahora varias clínicas en Japón ofrecen ese servicio, pero casi ninguna de ellas lo publicita.
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