Los niños que son castigados con golpes o cachetadas podrían tener problemas de sobrepeso más adelante, según un estudio publicado en la revista Pediatrics.
Los investigadores preguntaron a los participantes sobre la disciplina ejercida por sus padres y descubrieron mayores índices de obesidad en aquellos que de chicos eran sacudidos o empujados. En general, la proporción de obesidad era mayor en comparación con aquellos que dijeron no haber sufrido castigo físico: 31% en comparación con 26%. También eran más propensos a la artritis (22,5% frente a 20%) y enfermedades del corazón (9% frente a 7%), según el estudio.
Estas personas, sin embargo, aclararon que no sufrieron castigos extremos, como abuso sexual o emocional. Los científicos que realizaron el estudio creen que el estrés emocional asociado al castigo físico podría provocar problemas físicos, como obesidad, artritis y enfermedades cardiovasculares.
Los hallazgos se basan en un estudio en el que participaron 34.226 adultos estadounidenses entre 2004 y 2005.
Con información de cnnespanol