El Gobierno noruego ha prometido este viernes respaldar judicialmente a la joven noruega Marte Deborah Dalelv, que ha sido condenada en Dubai por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, después de haber denunciado haber sido violada, publica elmundo.es.
“La sentencia en Dubai a una noruega que denunció una violación es contraria a nuestro sentido de la justicia. Le daremos apoyo en el proceso de apelación“, ha manifestado el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Espen Barth Eide, a través de su cuenta de Twitter.
El caso muestra “la posición legal de la mujer en muchos países”, ha añadido, para expresar el compromiso del Gobierno noruego con los derechos de la mujer, especialmente en este caso.
La prensa noruega se hace eco con estupor de lo ocurrido a la joven, de 24 años, que fue condenada por tomar alcohol y mantener sexo fuera del matrimonio. La joven presentó una denuncia por violación el pasado marzo, cuando se encontraba de viaje de negocios por ese país.
Lejos de lograr la atención que pretendía por parte de la policía, la mujer pasó varios días en una celda, hasta que finalmente entró en contacto telefónico con sus familiares y el consulado noruego.
Gracias a las gestiones del consulado logró su puesta en libertad, en espera de juicio, periodo que ha pasado en una institución eclesiástica, explican medios noruegos.
Esta semana se ha dictado sentencia contra ella, en la que es condenada a 16 meses de cárcel por relaciones sexuales fuera del matrimonio, beber alcohol y atentar contra la decencia.
Caso Alicia Gali
El de Marte Deborah Dalelv no es un caso aislado. En 2008, la australiana Alicia Gali pasó ocho meses en una cárcel de Fuyaira, Emiratos Árabes, acusada de haber mantenido relaciones fuera del matrimonio.
Gali denunció a la policía haber sido drogada y violada por tres compañeros de trabajo. Su caso generó una gran expectación pública y fuertes críticas en todo el mundo dirigidas a la ley islámica.
La australiana trabajaba en un salón de belleza en el hotel Le Méridien. Una noche salió a tomas una copa con algunos compañeros de trabajo. A la mañana siguiente, cuando despertó, aseguró estar “desnuda, con costillas rotas y numerosos moratones”.
Cuando fue a denunciarlo, la australiana no sabía que la ley local establece que una denuncia de violación sin pruebas equivale al delito de mantener relaciones extra matrimoniales. Los acusados testificaron que las relaciones fueron consentidas, ya que no existían pruebas de violación.
Gali fue encarcelada durante ocho meses y luego puesta en libertad, en marzo de 2009.