Aún a la espera de que los órganos competentes investiguen y presenten respuestas sobre los documentos que presentara en 2012 en torno a “graves indicios de corrupción en el Fondo Chino”, el Diputado Miguel Ángel Rodríguez dice que es urgente que el pueblo reciba cuenta detallada del destino de los proyectos sociales y económicos por los que Venezuela se ha endeudado con el país asiático por más de 60.000 millones de dólares.
“Los apagones, las infraestructuras viales, de salud y de educación en franco deterioro, la escasez terrible que estalla frente a nuestra cara, la merma en la producción y refinamiento de petróleo que agrava el suministro de gasolina en Táchira y otros estados, la inflación que asesina al salario de los trabajadores; todo tiene en gran parte explicación con la caja negra del fondo chino”, explicó.
Insistirá en que esto se aclare, dado que después de conocerse reticencias de parte del gobierno asiático y luego de al menos saberse que en pocos meses los funcionarios Elías Jaua, Diosdado Cabello y Jorge Arreaza – además del nuevo embajador Iván Zerpa- habrían trabajado en derrumbar parcialmente “aquella muralla”; ahora se informa que habría acceso a una nueva línea de crédito por 5.000 millones de dólares.
“Es nuestra obligación decir que si los papeles, los acuerdos marco, que hablan de cooperación para infraestructura, producción agroalimentaria y energía, se hubieran traducido en obras de desarrollo social, estaríamos fuera de las garras de la dependencia importadora y tendríamos buenos servicios y cómo pagarlos con moneda fuerte”.
Dice que cuando se habla de endeudamiento sin fruto, terminamos fulminando al bolívar, el mismo que todo el pueblo se esfuerza por tener para el sostén de su familia.
Rodríguez apunta que mientras los proyectos sean sólo excusas para “desaparecer miles de millones de dólares, la única cosecha para los venezolanos se mide en cosas así: en Febrero de 2013 Maduro devaluó el tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar a 6,30 bolívares por dólar (46,5% más). En Marzo se realizó la primera subasta del SICAD, en la que se asignaron divisas a 383 empresas para importar y se estima que el valor del dólar estuvo entre 12 y 18. Luego el 11 de julio se convocó a la segunda subasta SICAD, en la que se asignarán divisas a 20 bolívares en promedio. La tercera semana de julio, una nueva subasta promedió en 12, la asignación de pequeñas cantidades de dólares a personas naturales”.
La devaluación no es desarrollo, insiste, sino la llave a protestas populares como la de los universitarios “por sus pírricos ingresos, las de las amas de casa por las enormes colas por hacerse de un rollo de papel toilette, la de los enfermos porque un tomógrafo se dañó en un hospital y no hay repuesto disponible para reactivarlo, la de la señora que está harta de que un apagón le interrumpa la novela y ya le daño el televisor y la nevera…”
Finalmente el parlamentario convoca a la población a sumarse conscientemente al petitorio de presentación de cuentas porque, complementa, no se trata sólo de 5.000 millones de dólares que suma a la deuda venezolana el Banco de Desarrollo Chino, sino también los nuevos préstamos de Chevrón y otras firmas que han cedido a tirarle “un salvavidas” a Pdvsa.
—